Desesperado, Alexander pide la ayuda a las autoridades y a la población. Afirma que puede hacer todo tipo de trabajos, en el último año se desempeñó como ayudante de albañil.
“Es mi compañera de vida, la que escogí yo”, dice con orgullo Alexander Copelman cuando habla de su esposa Bárbara. Pero su entusiasmo se desvanece de su rostro y las lágrimas caen, cuando recuerda que su pareja y madre de sus hijos se encuentra postrada en una cama de Oncología del Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz, batallando contra un cáncer maligno.
Alexander y Bárbara son el mejor ejemplo de amor verdadero. Se conocieron cuando tenían 13 años en San Borja del departamento de Beni, se enamoraron, pero la familia de la joven los separó. Él decidió regresar a su tierra natal, Santa Cruz para estudiar y trabajar, pero con la firme convicción de regresar por la mujer que le había flechado el corazón.
Tuvo que pasar ocho años para que Alexander retornará a San Borja con la esperanza de encontrar a Bárbara, pero cuando llegó se enteró que la joven ya tenía su esposo e hijos. Con el corazón destrozado decidió marcharse. Luego de un par de años, él también decidió “hacer su vida” y tuvo un hijo que ahora tiene 19 años.
Sin embargo su matrimonio no funcionó y terminó separándose. Después de varios años, por trabajo tuvo que volver a San Borja, ahí encontró a Bárbara, sola y criando a sus hijos de su primer compromiso. Decidieron darse una oportunidad y desde ese momento, no volvieron a separarse más. Juntos tienen cuatro hijos, el mayor tiene ocho y el más pequeño, dos años.
En enero de este 2023, Bárbara fue diagnosticada con cáncer cervicouterino en etapa II, desde ese día sus sueños se esfumaron y la familia vive un drama debido a los altos costos de la enfermedad. Sus ahorros se agotaron, vendieron sus pertenencias para solventar los gastos e incluso llegaron a La Paz con la esperanza de hallar la cura, pero en mayo por falta de dinero abandonaron el tratamiento.
“En mayo tuvimos que abandonar el hospital por falta de economía, nuestros ahorros se gastaron, hemos vendido varias cosas, pero no alcanzaba la plata. Nos fuimos y este octubre, volvió a recaer. Le traje de emergencia hasta La Paz, está con inyectables que no cubre el SUS”, cuenta.
En los últimos días, la salud de Bárbara se complicó debido a que sus riñones se inflamaron y requiere más tratamientos. Después los médicos le recomendaron iniciar sesiones de quimioterapia cada 21 días y esa situación preocupa a Alexander por la distancia y el tema económico.
Actualmente él está cobijado en un albergue en La Paz, donde solo le permiten dormir en las noches y en el día permanece en Oncología Clínica del nosocomio miraflorino esperando noticias sobre la salud de su amada. Hay días que se queda sin comer porque el dinero ya no le abastece, a veces le piden medicinas que tiene que solventar. Pese a eso, siempre tiene una sonrisa para Bárbara y así no preocuparla.
“Sé que el cáncer no tiene cura, pero yo trato de verme bien para mi esposa, para que no se preocupe. Por dentro estoy muriendo de dolor, pero no lloro delante de ella para que no se sienta mal. Nuestros hijos le preocupan, yo le muestro fotos para que esté tranquila. A veces me pide que la saque del hospital para ya no gastar más, yo no puedo hacer eso, quiero salvarla”, dice mientras limpia las lágrimas de su rostro.
Desesperado, Alexander pide la ayuda a las autoridades y a la población. Afirma que puede hacer todo tipo de trabajos, en el último año se desempeñó como ayudante de albañil. Agrega la importancia de hallar una fuente laboral para generar ingresos, ya que permanecerá varios meses en la sede de gobierno hasta que su esposa termine las seis sesiones de quimioterapia que necesita para mejorar su cuadro de salud.
“Le pido ayuda al Gobierno, hermanos bolivianos, ayúdenme para salvar la vida de mi esposa, y volver con mis hijos (…) Primero tienen que tratarle su riñón, luego hará seis sesiones de quimioterapia cada 21 días, quiero buscar trabajo para solventar los gastos, yo he sido ayudante de albañil, soy un obrero y puedo hacer de todo”, señala.
Para ayudar a la familia de Alexander puede comunicarse al siguiente número de celular: 68968915
Fuente: ANF