El 7 de abril de 1926, Gibson salió de su convento armada con un revólver y una piedra, esta última para romper la ventana del coche del «duce».
Violet Gibson tenía casi 50 años cuando disparó Benito Mussolini en 1926. Después de que el dictador fascista terminara de pronunciar un discurso en Roma, la irlandesa le disparó a dos veces, dándole en la nariz con el primer disparo y fallando el segundo.
Gibson había acudido preparada a la abarrotada plaza de Roma aquel soleado día de abril, armándose con una pistola y con una pesada piedra por si tenía que romper la ventanilla del coche de Mussolini para conseguir un tiro claro.
Dos hechos fortuitos impidieron que Gibson tuviera éxito: en primer lugar, Mussolini giró la cabeza para mirar a un grupo de estudiantes cercanos que cantaban una canción en su honor. Esto hizo que la bala le rozara el puente de la nariz en lugar de darle de lleno en la cara. En segundo lugar, aunque Gibson disparó otra bala, ésta se alojó en su pistola. Para entonces, ya había sido arrastrada al suelo por una turba.
Sin embargo, la policía intervino a tiempo para salvarla y, a pesar de ser una mujer irlandesa, fue entregada a las autoridades británicas a petición de Mussolini, y pasó el resto de su vida internada en un manicomio a pesar de las reiteradas peticiones para que fuera liberada.
Murió el 2 de mayo de 1956, a la edad de 79 años, pero sus acciones en Roma, que estuvieron a punto de provocar la caída de uno de los dictadores más asesinos de la historia, serán ahora inmortalizadas en su país.
Una bala disparada por Violet Gibson rozó la nariz del dictador italiano Benito Mussolini en abril de 1926.
Placa en honor de Gibson
Casi un siglo después, Irlanda, el país natal de Gibson, espera reconocer tardíamente su legado. El Ayuntamiento de Dublín aprobó a finales de marzo una moción para la instalación de una placa en honor de Gibson. Asimismo, las autoridades están considerando la casa de su infancia en el barrio de Merrion Square de Dublín como posible ubicación del monumento, reportó la BBC, agregando que los familiares que quedan de Gibson han expresado su apoyo a una placa en su honor.
«Ha llegado el momento de que Violet Gibson salga a la luz pública y ocupe el lugar que le corresponde en la historia de las mujeres irlandesas y en la historia de la nación irlandesa y de su pueblo», declaró el concejal de Dublín Mannix Flynn en la moción que solicita la instalación de la placa.
Misoginia y estigma
Según recogió The Smithsonian Magazine, la historiadora británica Stonor Saunders –autora del libro «La mujer que disparó a Mussolini» (2010)–, aseguró a The World que la misoginia y el estigma que rodea a las enfermedades mentales contribuyeron a silenciar la historia de Gibson durante décadas; los contemporáneos de la irlandesa la tacharon de loca en lugar de reconocer sus reparos intelectuales a la dictadura de Mussolini.
«A las autoridades británicas y a su familia les convenía que se la considerara ‘demente’ en lugar de política», dijo Flynn en la moción.
Del mismo modo, Saunders aseguró que Mussolini se avergonzaba de haber sido herido por una mujer. «Era muy misógino, como todo el régimen fascista», dice. «Se escandalizó al ser herido por una mujer. Y le chocaba que le disparara una extranjera. Fue una especie de herida en su gran ego».
¿Quién era Violet Gibson?
Violet Gibson nació en un entorno privilegiado que no podía estar más lejos del sombrío entorno del manicomio de Northampton donde acabó. Su padre, el primer barón de Ashbourne, fue Lord High Chancellor de Irlanda de 1885 a 1905 y era amigo del primer ministro británico Benjamin Disraeli.
Gibson creció entre Dublín y Londres, y fue una niña enfermiza que padecía dolencias físicas y mentales, lo que entonces se denominaba «histeria», según reportó el Irish Post. A mediados de los 20 años, se convirtió al catolicismo; más tarde, se trasladó a París para trabajar en organizaciones pacifistas. Según The World, las apasionadas creencias políticas y religiosas de Gibson la llevaron a intentar asesinar al dictador italiano en abril de 1926.
FEW (BBC, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The Smithsonian Magazine, Irish Post, The World)