Nueve personas, incluyendo ocho niños menores de diez años y una adulta, fallecieron en la isla de Pemba, Zanzíbar (Tanzania), después de consumir carne de tortuga marina el 5 de marzo.
Además, 98 personas fueron hospitalizadas. Según el médico local Haji Bakari, el consumo de esta carne es riesgoso, ya que las tortugas marinas se alimentan de algas perjudiciales para la salud humana, causando casos de quelonitoxismo, una forma de intoxicación alimentaria.
Este incidente no es aislado en la región, ya que en noviembre de 2021, siete personas murieron, incluyendo a un niño de tres años, por consumir la misma carne.