La madrugada del miércoles en Villa Tunari, Cochabamba, un escalofriante suceso conmocionó a la comunidad.
Un hombre irrumpió en la vivienda de un padre de 68 años y sus dos hijos, una niña de siete años y un niño de seis. En un ataque sorpresivo, el agresor, portando un arma de fuego, disparó al rostro del niño cuando intentaba defender a su padre. Además, utilizó un machete para agredir al progenitor. Tras el crimen, llevó los cuerpos a una distancia de 15 metros de la vivienda, ocultándolos con hojas de plátano.
La niña de siete años logró escapar y esconderse en unos matorrales. Después de que el agresor se marchó, corrió cinco kilómetros hasta la vivienda de su madre para relatar la tragedia. La mujer denunció el hecho a la Policía, quienes encontraron los cuerpos y una extremidad inferior del padre.
La Policía continúa la búsqueda del agresor mientras se llevan a cabo las investigaciones. Este atroz suceso deja a la niña como única testigo, marcando una tragedia que ha conmovido a la comunidad y generado una profunda consternación en Villa Tunari.