El abogado penalista Cristian Sánchez asegura que hay una escalada del narcotráfico en el país, un negocio donde mandan señales a sus pares con los sicariatos.
Al menos 12 personas fueron acribilladas en un mes en Bolivia en Santa Cruz, el trópico de Cochabamba y Beni, calificadas como “zonas rojas” debido a que en ellas prosperan el sicariato y el crimen organizado a plena luz del día.
El 10 de noviembre, un policía de la fuerza antidrogas y un narcotraficante fueron acribillados en medio de una transacción; el 22 de noviembre dos bolivianos fueron acribillados en la puerta de una tienda por dos sujetos que iban en una motocicleta en Santa Cruz.
El 4 de diciembre, un hombre fue acribillado con al menos seis tiros en la puerta del coliseo de Ivirgarzama. En ninguno de los casos, los sicarios fueron identificados.
Una semana después, el 11 de diciembre Everth García (28), recibió al menos 11 disparos en la cabeza en el interior de un motorizado.
En menos de 24 horas, un dirigente fue asesinado con arma de fuego mientras dormía en una hamaca en su vivienda. Ayer, en Guayamerín (Beni), un ciudadano brasileño fue acribillado con cuatro impactos de bala.
Todos estos crímenes están ligados al narcotráfico, y aunque la Policía desplegó a grupos de inteligencia de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), aún no aprehendió a ningún culpable ni sospechoso.
El abogado penalista Cristian Sánchez asegura que hay una escalada del narcotráfico en el país, un negocio donde mandan señales a sus pares con los sicariatos.
“Esta crisis de seguridad está ocurriendo en Argentina, en Chile, en Brasil, en Perú y en Ecuador. Es el poder del narcotráfico transnacional, quebrar las márgenes institucionales, democráticas y sociales, el tejido social para imponer un negocio criminal que genera mucha corrupción y bastante impunidad”, dijo Sánchez.
Para el experto, Santa Cruz está siendo tomada por organizaciones criminales como Guayaquil (Ecuador) donde el narcotráfico ya controla todo.
Fuente: Los Tiempos