La Luna estaba ahí mucho antes que nosotros, pero ahora es cuando sabemos todo lo que influye sobre nuestro planeta. Vamos a enseñarte que pasaría en caso de que desapareciese.
La Luna forma parte de nuestra vida desde siempre. Se utilizó para crear el primer calendario y durante miles de años ha servido de inspiración a poetas, románticos, y soñadores. Pero su influencia sobre nuestro planeta es complicada de valorar. Por eso, vamos a ponernos en un mundo hipotético donde ella no estuviese.
¿Qué pasaría si no hubiese Luna?
Su presencia en el cielo, un foco de luz divina en la noche estrellada, ha sido clave para el desarrollo de la Humanidad. Siempre nos ha planteado preguntas que han empujado al ser humano a encontrar las respuestas. ¿Qué es la Luna? ¿De donde proviene? ¿Por qué gira alrededor de la Tierra? ¿Cómo puedo llegar hasta ella? Ahora, en pleno siglo XXI, las respuestas nos parecen obvias. Pero hace miles de años estas preguntas convirtieron a muchos niños y adultos en astrónomos, ingenieros o científicos. Y siglos más tarde, en astronautas. La Luna ha despertado vocaciones a lo largo de los siglos, que han ayudado a la Humanidad a prosperar.
Desde un punto de vista geológico, es clave para la vida en la Tierra. ¿Cómo sería un mundo sin Luna?
Hagamos ciencia-ficción
La Luna es mucho más que el satélite de la Tierra. Es parte de nuestro legado cultural. Los primeros calendarios, de hace 8.000 años, usan las fases lunares como referencia. Sin ella los años no se dividirían en meses pues están basados en las fases lunares, que duran 28 días.
Sin Luna no existiría el mito del Hombre Lobo, Neil Armstrong no habría pasado a la Historia, y Audrey Hepburn no se habría sentado en aquella ventana a cantar Moon River, en la mítica escena del clásico Desayuno con Diamantes.
Sin Luna, la primera película de ciencia-ficción de la historia, Viaje a la Luna de Georges Méliès (1902), nos habría privado de su imagen icónica.
Pero una Tierra sin Luna supondría mucho más que algunas pérdidas culturales y nostálgicas. La Luna influye en las mareas, la inclinación de la Tierra, la reproducción y alimentación de miles de especies, hasta el punto de que si la Luna no existiera, pondría en peligro la vida en la Tierra.
Para entender de lo que estamos hablando, es importante conocer cómo se formó la Luna. Se sabe que nuestro satélite tiene 4527 millones de años, una datación bastante precisa que se ha conseguido gracias a los isótopos presentes en las rocas lunares que los astronautas trajeron de los diferentes viajes a la Luna (más de 350 Kg de rocas).
No se sabe con exactitid cual es su origen. Algunas teorías dicen que se separó de la Tierra, pero chocan con las mediciones actuales. La teoría más extendida es que un protoplaneta del tamaño de Marte chocó con la Tierra, provocando tal cantidad de rocas en suspensión, que las fuerzas gravitacionales y de rotación las convirtieron en la Luna:
Esta teoría explica por qué en la Luna hay, al mismo tiempo, compuestos idénticos a la Tierra y otros ajenos, y por qué su núcleo es tan pequeño, en comparación con su diámetro.
¿Qué pasaría si no hubiese Luna? Según el profesor Kaare Aksnes, del Instituto de Astrofísica Teórica de la Universidad de Oslo, «si no existiese la Luna tendríamos menos mareas, días más cortos y un clima más extremo«.
Mares eternamente en calma
La Luna mantiene una órbita alrededor de la Tierra debido a las fuerzas gravitacionales, al poseer 81 veces menos masa que nuestro planeta. Siendo más precisos no es que la Luna gire alrededor de la Tierra, sino que ambos cuerpos celestes giran alrededor del centro de masas de ambos. Esto es importante, porque eslo que origina las mareas. La Luna órbita alrededor de la Tierra pero al mismo tiempo genera su propia gravedad que atrae a la Tierra en un dirección diferente, y con distinta fuerza en distintos puntos del planeta. Esta atracción lunar es lo que hace que la marea suba dos veces al día, que se corresponde con los puntos más cercano y más alejado de la Luna.
La Bahía de Fundy, en Canadá, es el lugar en donde se registran las mareas más altas del mundo, con una diferencia de más de 15 metros entre la marea alta y baja. Cuando la marea cae, se puede caminar por el fondo marino:
Si no hubiera Luna las mareas seguirían existiendo por la gravedad del Sol sobre la Tierra, pero al estar tan lejos esta atracción es mucho menor. La diferencia entre la marea alta y baja sería muy pequeña.
La vida marina depende fundamentalmente de las mareas, que transportan microorganismos, nutrientes, y sirven de medio de transporte. Así es como se originó la vida. Sin mareas quizá la vida no habría surgido, y muchas especies actuales morirían.
Días con 7 horas menos
El efecto de fricción de las mareas sobre la superficie de la Tierra, frena ligeramente la velocidad de rotación de nuestro planeta. Esto hace que los días sean más largos. Es una diferencia mínima, un par de segundos cada 100.000 años, pero en la escala del Universo 100.000 años es un suspiro. Si contamos el tiempo que la Luna lleva con nosotros, más de 4.000 millones de años, sin Luna la Tierra rotaría más rápido y los días tendrían 7 horas menos.
Hielo en el Trópico
Más importante sería el efecto de desaparición de la Lunaen la rotación de la Tierra.
Nuestro planeta está inclinado sobre su eje con una desviación de 23.5 grados:
Cuando la Tierra gira sobre su eje, la gravedad de la Luna actúa como estabilizador, haciendo que el giro sea bastante estable. Si la Luna no existiesela Tierra se inclinaría aún más, y con el paso de millones de años podría llegar a inclinarse por completo. Esto provocaría temperaturas extremas, fenómenos como la aparición de hielo y nieve en los Trópicos, cambios en la duración del día y la noche, o la desaparición de las estaciones. Posiblemente los polos acabarían derritiéndose, y países como Holanda no existirían.
En planetas similares a la Tierra que no tienen satélite, como Marte, su inclinación ha variado mucho y el clima y la atmósfera han cambiado radicalmente a lo largo de millones de años.
Un cielo sin eclipses
Por supuesto, un cielo sin Luna sería también un cielo sin uno de los espectáculos más espectaculares de la Naturaleza: los eclipses de sol y de luna.
¿Podríamos sobrevivir?
Según los científicos, la vida sin la Luna habría sido posible, aunque habríamos evolucionado de forma diferente. Los días solo durarían 10 o 12 horas, y la Tierra giraría tan rápido que habría vientos de 160 a 200 kilómetros por hora. Andar a dos patas quizá no hubiese sido posible. Y los cambios brutales del clima por la inclinación sin control de la Tierra posiblemente habría extinguido cualquier civiización antes de que tuviese tiempo de defenderse de esos cambios.
¿Pero qué pasaría si la Luna hubiese existido, pero desaparece de repente? Si se alejase lentamente y al final desapareciese de nuestra órbita, incluso los cambios drásticos de temperatura que provocaría el movimiento del eje de la Tierra tardarían en producirse, dando tiempo a la Humanidad a adaptarse. Sin embargo, muchas especies de plantas y animales desaparecerían.
¿Y si la Luna explota? Bastaría que un fragmento de apenas 60 kilómetros cayese a la Tierra para provocar un cataclismo similar al que provocó la extinción de los dinosaurios. Acabaría con la mayoría de la vida en la Tierra. Si la Luna se desintegrase en fragmentos diminutos acabarían formando un anillo alrededor de la Tierra, convertida en un nuevo Saturno:
Pero los fragmentos caerían regularmente a la Tierra, y alguno podría destruir ciudades enteras.
La respuesta que obtenemos a la pregunta, ¿qué pasaría si no hubiese Luna?, es que su presencia es algo excepcional, que hace de la Tierra un lugar precioso y único. Otros planetas del Sistema Solar tienen satélites, pero o son mucho más pequeños, o están mucho más lejos. Solo la Tierra posee un satélite tan grande (la cuarta parte de su diámetro) y tan cerca, así que sus fuerzas gravitacionales y su influencia son únicas, produciendo fenómenos únicos como las mareas, los eclipses, o la estabilización del eje de la Tierra.
Mitos falsos sobre la Luna
¿Y qué podemos decir de los mitos que se han formado sobre la Luna en milenios de cultura humana?
En contra de lo que afirman algunas pseudociencias, pese que el ciclo menstrual femenino de 28 días tiene una duración similar a la fase lunar, no existe ninguna relación científica. Es una simple casualidad. Tampoco se ha encontrado relación científica entre la luna llena y el mayor número de nacimientos, como dicen nuestras abuelas.
Algunas creencias sin fundamento también afirman que la Luna es la responsable de algunas enfermedades mentales, pues el cerebro es 80% agua, y por tanto se vería afectado por la Luna, igual que las mareas. Un sinsentido, pues un mar tiene miles de kilómetros y el cerebro humano… centímetros. La Luna no tiene efecto de gravedad sobre una masa tan pequeña como el cerebro.
Sí se ha demostrado científicamente que hay una relación entre las fases de la Luna y los ritmos biológicos del ser humano durante el sueño. Diversos estudios con encefalogramas han demostrado que durante la luna llena las ondas delta se reducen un 30%, y bajan los niveles de melatonina, un indicador del sueño profundo, lo que hace que sea más difícil conciliar el sueño y dormir profundamente.
Si no hubiera Luna, los ciclos de sueño serían más regulares.
Curiosidades de la Luna
- La Luna se aleja 38 milímetros al año de la Tierra por la fricción de las mareas. A su vez, esta fricción y la rotación de la Tierra hacen girar la Luna más rápido, haciendo que su órbita se aleje. En total, la Luna se aleja de la Tierra 3.82 centímetros al año. Esta medición tan exacta es posible gracias a los retrorreflectores que los astronautas dejaron en la Luna. Se usan para medir la distancia usando un láser que rebota en ellos:
- En 1610, cuando Galileo Galilei observó la Luna con el primer telescopio astronómico, construido por él, descubrió unas zonas lisas a las que llamó mares. Hoy se sabe que son mesetas sin cráteres, pero por tradición mantienen nombres como Mar de la Tranquilidad o Mar de la Fecundidad. También hay cadenas de montañas con el mismo nombre que en la Tierra, como los Alpes.
- La órbita de la Luna se ve ligeramente alterada por otros planetas que tiran de ella. Son Venus, por su proximidad, y Júpiter, por su gran masa. Al igual que la Tierra, también es atraída por el Sol.
- La Luna siempre muestra su misma cara hacia la Tierra. Desde nuestro planeta se puede ver el 59% de toda su superficie. El resto es la cara oculta:
- Los eclipses de Sol totales son una asombrosa casualidad. La Luna es 400 veces más pequeña que el Sol pero también está 400 veces más cerca, lo que hace que en los eclipses totales, la Luna tape exactamente al Sol.
- Durante miles de años la Luna fue vista como una diosa o un fenómeno sobrenatural. El filósofo griego Anaxágoras, en el siglo 500 antes de Cristo, fue el primero que buscó una explicación científica, afirmando que tanto el Sol como la Luna eran dos cuerpos rocosos, y que la luz de la Luna era un simple reflejo de la luz de Sol. Fue encarcelado y exiliado de Grecia.
- La primera foto de la Tierra vista desde la Luna la capturó la sonda Lunar Orbiter el 23 de agosto de 1966, y llegó a la Tierra a través de la estación espacial de la NASA en Robledo de Chavela (Madrid):
- En 1980 el empresario americano Dennis Hope se proclamó dueño de la Luna, asegurando que la ley internacional que impide a los países apropiársela, no dice nada de personas o empresas. La registró a su nombre y llegó a vender parcelas en la Luna por valor de 9 millones de dólares. Esta reclamación no tiene ninguna validez, pero Hope se hizo millonario.