El proceso de enamorarse, a menudo inexplicable, involucra una combinación única de factores, como la atracción física, la similitud, la proximidad, la química y factores culturales y sociales.
Según la antropóloga y neurobióloga Helen Fisher, estudiar por qué nos enamoramos de ciertas personas es complicado debido a la singularidad de cada individuo.
Fisher identifica influencias culturales, entorno socioeconómico, nivel de inteligencia, apariencia física, educación, creencias religiosas y experiencias de la infancia como posibles factores de atracción.
Su enfoque biológico destaca cuatro sistemas cerebrales vinculados a la dopamina, serotonina, testosterona y estrógenos, cada uno asociado con diferentes rasgos de personalidad.
Encuestas a más de catorce millones de personas en cuarenta países revelaron preferencias en citas en línea. Categorizaron a las personas según características como la alta dopamina, asociada con la exploración, o la alta serotonina, vinculada a constructores más tradicionales.
El profesor Charles Chu de la Universidad de Boston investigó el razonamiento autoesencialista, donde las personas creen que algo especial determina sus preferencias. Cuando alguien encuentra intereses afines, asume una visión compartida del mundo.
Helen Fisher describe el amor romántico como un proceso donde todo en la persona amada adquiere un «significado especial», generando una intensa conexión emocional. Las características principales del amor incluyen obsesión, deseo sexual y la motivación para conquistar a la otra persona.
Desde una perspectiva evolutiva, el amor mantiene a los padres unidos para garantizar la supervivencia y madurez de los hijos durante su extensa infancia, siendo esencial para la evolución humana.
Referencias:
- Helen E. Fisher, Lucy L. Brown, et al. ‘Reward, Addiction and Emotion Regulation Systems Associated With Rejection in Love’. J Neurophysiol (2010)
- Helen E. Fisher. ‘¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?. Aprendemos Juntos BBVA (2020)
- Chu, C. ‘Self-Essencialist Reasoning Underlies the Similarity-Attraction Effect’. Journal of Personality and Social Psychology