Zaitsev Kilin es conocido como “Jesucristo” dentro del penal debido a su apariencia física y su conocimiento religioso
La mañana de este martes, los efectivos del penal de Palmasola evitaron que dos internos, que estaban aislados, se fuguen de la cárcel cruzando la barda con sabanas amarradas. Uno de los reos, resultó lesionado luego del costoso intento de fuga.
El gobernador de la cárcel, Luis Fernando Céspedes, informó que los policías de la torreta de vigilancia se percataron de que un reo habría cruzado el muro perimetral interno del PC-3B e intentaba escalar la barda del centro penitenciario.
“En una acción oportuna se logró capturar al interno Antony Sundara Tórrez, quien se encontraba adolorido de las piernas y la cadera, luego de saltar de un muro de siete metros. Pese a eso, tenía algunas sabanas amarradas y pretendía cruzar la otra barda del penal”, explicó la autoridad policial en contacto con EL DEBER.
Antony fue atendido en el centro médico de Palmasola, mientras que los custodios del lugar iniciaron un operativo de búsqueda para dar con el paradero de su acompañante identificado como Zaitsev Kilin Adrián (41), de nacionalidad uruguaya, con quien estaba aislado en ‘el bote’.
Luego de media hora se halló a Zaitsev cuando caminaba sobre el techo del PC-3B, donde fue detenido. Este reo es conocido como “Jesucristo” dentro del penal debido a su apariencia física y su conocimiento religioso. El año pasado fue filmado caminando y predicando por los techos del Régimen Abierto de Palmasola vestido de blando y su imagen fue subida a las redes sociales.
Céspedes indicó que Antony fue quien planificó la fuga de la cárcel e indujo a su compañero de celda a hacer lo mismo. “El otro interno, que se hace llamar Jesucristo y sufre de problemas mentales, siguió a su acompañante en su intento de huida”, detalló.
Antony Sundara está recluido en el penal desde agosto del 2012, luego de ser acusado del delito de robo agravado. Mientras que el uruguayo Zaitsev Kilin, ingresó a Palmasola en enero de 2020 por el delito de violencia familiar.
Fuente:EL DEBER