Marcelo Montenegro denunció que el boicot y las protestas del evismo son la principal amenaza para la economía boliviana.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, denunció a la corriente “evista” que respalda al expresidente Evo Morales como la principal responsable de la situación de incertidumbre que enfrenta la economía boliviana debido a las protestas que han puesto al país, nuevamente, al borde de un caos, y por el bloqueo en las iniciativas legislativas que impulsa el Gobierno en la Asamblea Legislativa. Pese a la incertidumbre interna y externa, el Poder Ejecutivo espera un crecimiento cercano al 3,7% en 2024.
En diálogo con Asuntos Centrales, Montenegro alertó que el bloque evista está buscando convulsionar el país en momentos en que es urgente avanzar en la producción y la generación de ingresos para enfrentar la difícil situación de las cuentas fiscales.
El Ministro recordó que el contexto internacional también es adverso, con una economía que se está deprimiendo, “y nosotros nos estamos dando el lujo de paralizar la economía”.
“Ese miedo hace que la gente vaya a los surtidores a provisionarse de combustibles, vaya a las tiendas a comprar alimentos, por esta incertidumbre creada por estos grupos a través de protestas por un tema individualista que tiene que ver con las elecciones”, alertó.
Montenegro destacó que cada día de bloqueo genera un enorme impacto en el sector productivo del país. “Por día perdemos 112 millones de dólares solo en Santa Cruz y unos 600 millones de dólares a nivel nacional, lo que afecta a todos los bolivianos que quieren generar producción”, afirmó.
“No es en el Gobierno nacional, sino en la Asamblea Legislativa donde se debe aprobar las leyes para destrabar esta situación”, indicó Montenegro.
El Ministro lamentó que, desde el año pasado, el país se haya electoralizado por el anuncio precoz de la candidatura del expresidente Evo Morales, lo que “ha generado un ambiente de desestabilización económica que fue denunciado por el presidente Arce”.
Todo esto se produce, además, en un contexto internacional adverso por una baja en la producción, un incremento de la inflación y por la prevalencia de conflictos bélicos en diversos puntos del planeta.
“La demanda mundial de bienes y servicios se ha ralentizado en el hemisferio norte y occidental, lo que ha provocado una disminución en la demanda de insumos, lo que afecta a los países productores de materias primas”, indicó.
Montenegro reconoció la diferencia en las perspectivas que presentan los informes del FMI, el Banco Mundial y la CEPAL que prevén un crecimiento por debajo del 2% y el Presupuesto General del Estado (PGE) que espera una expansión de más del 3% en la economía.
Pese todo, “la economía boliviana ha crecido cerca del 3% en 2023, lo que contrasta con los que dicen dichos organismos internacionales. Si consideramos la divergencia que hay con las cifras oficiales, vemos que hay inexactitudes en las proyecciones de estos organismos”.
“Para esta gestión 2024, estimamos que vamos a crecer cercanos al 3,7%”, aseguró.
Fuente: https://asuntoscentrales.com