En su primera comparecencia tras denunciar un acoso político, Pedro Sánchez defendió a su esposa y la integridad de su gobierno ante el Congreso. Calificó a su esposa, Begoña Gómez, como una profesional seria y honesta, desafiando las acusaciones en su contra.
Abogó por un debate político basado en la cortesía y la verdad, alejado de la crispación y la difamación.
Combatiendo la «Máquina del Fango»
Sánchez acusó a la derecha y la ultraderecha de orquestar una campaña de difamación, alimentando bulos y acusaciones falsas contra su esposa y su gobierno. Denunció la estrategia de financiar medios digitales para difundir calumnias y desviar la atención de los logros del gobierno. Se comprometió a defender la verdad y la honorabilidad de su familia.
Respuestas a las Acusaciones
El presidente refutó las acusaciones de tráfico de influencias contra su esposa, destacando que carecen de fundamentos sólidos. Argumentó que las diligencias judiciales en curso archivarán pronto las denuncias, al carecer de pruebas contundentes. Apeló a la responsabilidad de la Justicia para desestimar las acusaciones infundadas.
Desafíos Políticos y Diplomáticos
Sánchez también abordó otros temas, como el reconocimiento del Estado palestino y la crisis diplomática con Argentina. Enfrentó críticas de la oposición por sus relaciones con partidos independentistas catalanes y la gestión de las acusaciones contra su esposa. La sesión marca un hito en su gobierno, tras los días de reflexión y la intensificación del acoso político.