El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ofreció a «arreglar» la crisis de seguridad en Haití desencadenada por grupos armados y pandillas.
Bukele propuso intervenir en la situación, pero señaló que requeriría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y la cobertura de todos los gastos de la misión. A pesar de su disposición, no proporcionó detalles sobre cómo abordaría la situación en Haití. El país caribeño enfrenta una creciente espiral de violencia, con ataques de pandillas en Puerto Príncipe, hospitales bajo asedio, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas. Bukele, conocido por su enfoque firme contra las pandillas en El Salvador, fue reelegido en febrero con un amplio respaldo popular.
La oferta de Bukele se produce en un contexto de disturbios y demandas de renuncia al primer ministro haitiano, Ariel Henry, y la creciente preocupación de la comunidad internacional por la situación en el país.