Todos conocemos una persona aburrida (y el que no la conoce que se preocupe). Todos tenemos un poco de temor de ser aburridos, la verdad sea dicha. Quizá está en el brillo de su mirada, en sus opiniones descafeinadas, en que no sabe contar bien un chiste o en que es el primero en irse de una fiesta, pero en general reconocemos a estas personas sin mucho esfuerzo, aunque no sepamos discernir exactamente qué las hace así.
Porque, ¿de qué hablamos cuando hablamos de personas aburridas? ¿Qué características marcan a estos individuos? Sorprendentemente, un nuevo estudio ha querido indagar acerca de nuestras percepciones en relación con este tipo de gente. Para ello, los investigadores pidieron a más de 500 personas en cinco estudios diferentes que clasificaran las características, pasatiempos y trabajos más estereotipadamente aburridos, (es un comienzo, ¿no?) según informa ‘Science Alert’.
Desafortunadamente, según fuentes del estudio, hay personas que son estereotipadas como aburridas, lo que puede tener consecuencias negativas. Los primeros dos estudios incluyeron un total de 463 personas que tenían que escribir una lista de características aburridas y clasificarlas. Quizá no es muy sorprendente: la contabilidad, la banca, los impuestos o seguros, la limpieza o el análisis de datos fueron vistos como los trabajos más aburridos. Los pasatiempos, por otro lado, más aburridos, iban desde dormir a ver la televisión, observar animales, resolver matemáticas o la religión, en un término más amplios.
La contabilidad, la banca, los impuestos o seguros, la limpieza y el análisis de datos son vistos como los trabajos más aburridos
Las características más típicas de una persona aburrida eran, según aquellos que participaron en el estudio: no tener intereses, tampoco sentido del humor, no tener opiniones y ser un poco quejica. Cuantas más características reunía una persona, más era percibida como aburridas. «Es importante por las consecuencias sociales de tal percepción, pues este aburrimiento estereotipado afectó a las percepciones de calidez y competencia interpersonal», dicen fuentes del estudio.
En los siguientes dos estudios, cuando se presentaron descripciones de personas imaginarias de acuerdo con las características ‘aburridas’ que se habían recopilado en las primeras investigaciones, los aburridos fueron vistos como carentes de calidad, incompetentes y preferibles de evitar en ocasiones sociales. Peor aún, cuando se les preguntó cuánto necesitarían ser compensados financieramente para pasar tiempo con uno de estos aburridos descritos, los participantes pidieron grandes sumas.
Sorprendentemente, los participantes del estudio también consideraron incompetentes a las personas aburridas, a pesar de que estos atributos no están relacionados
«Aunque las percepciones pueden cambiar, en general estas personas no tienen la oportunidad de demostrar que los demás están equivocados y romper los estereotipos negativos», indican. Este es un estudio relativamente pequeño, y la mayoría de los participantes vivían en los Estados Unidos, por lo que es probable que no sea igual en todo el mundo. Aun así, es un buen paso para romper estereotipos.
Lo que especialmente interesó al equipo fue por qué los participantes del estudio también consideraban incompetentes a las personas aburridas, a pesar de que estos atributos no están relacionados. «La verdad es que las personas como los banqueros y los contadores son muy capaces y tienen poder en la sociedad. ¡Quizás no es buena idea enfadarlos y calificarlos como aburridos!», concluyeron.