Aunque el primer mes del año mostró resultados fiscales positivos y una política de reducción de gastos, los inversores comienzan a mostrar ciertas señales de preocupación en Argentina.
A pesar de la estabilidad del dólar y la acumulación de reservas por parte del Banco Central, se observa una caída en los bonos dolarizados, con el correspondiente aumento del riesgo país, y un comportamiento ligeramente más débil en las acciones argentinas en Nueva York.
Estas señales indican que los crecientes conflictos políticos empiezan a afectar las decisiones de los inversores, algo que no ocurría desde el inicio de la actual administración.
A pesar de la caída de algunos bonos en dólares, que cotizan alrededor de los USD 40, aún se encuentran en niveles superiores a los del año pasado. La situación política actual, marcada por conflictos con gobernadores y tensiones en el Congreso, genera incertidumbre entre los inversores, quienes ahora prestan más atención a estos factores en la toma de decisiones.
Además, la posibilidad de aprobar leyes en un Congreso con una presencia minoritaria del Gobierno y la falta de una alianza clara con el PRO contribuyen a la incertidumbre en los mercados.