La ruptura de la represa de Kajovka, en Ucrania es otra catástrofe para la gente del lugar y también para el medioambiente. El ministro ucraniano de Medio Ambiente, Ruslan Strilets, dijo a DW que es un «ecocidio».
Un día después de la destrucción de la represa de Kajovka, en el sur de Ucrania, recién se está empezando a revelar la verdadera magnitud de la tragedia. Miles de personas a ambos lados del frente sufrirán las graves consecuencias de las inundaciones, según Naciones Unidas. Y la voladura de la presa también es una catástrofe para el medioambiente y el abastecimiento de agua en la zona.
«Estimamos que parte de la naturaleza en estado silvestre será destruida para siempre”, dijo el ministro ucraniano de Medio Ambiente, Ruslan Strilets, en entrevista con DW. Y describió la ruptura de la represa como»el mayor crimen contra el medioambiente perpetrado desde el primer día de la gran invasión» rusa de Ucrania.
Según Strilets, vastas extensiones de un parque nacional han sido destruidas, así como grandes áreas de la Red Emerald. La Red Emerald es una red de zonas de especial interés de conservación, creada para proteger especies y hábitats que están en peligro de extinción en el Viejo Continente.
Según informaciones de fuentes del Gobierno ucraniano, que no ha sido posible verificar de manera independiente, cerca de 150 toneladas de aceite lubricante se habrían derramado y hay peligro de que se derramen otras 300 toneladas más.
Se parte de que la flora y la fauna han sido afectadas por esos derrames. Ese tipo de aceite es altamente tóxico para todo tipo de vida, en los suelos y en el agua. Solo hace falta una pequeña cantidad para contaminar las aguas. Hasta ahora, no hay datos exactos sobre los daños.
«Un acto barbárico»
«Esto es un acto barbárico, un verdadero ecocidio y una catástrofe humanitaria para el futuro. Hemos pronosticado esta situación y, lamentablemente, se ha producido el peor de los escenarios», señaló el ministro ucraniano de Medio Ambiente. Ruslan Strilets estima que cerca de un millón de personas deberán vivir temporalmente sin agua potable.
Poco tiempo después de la explosión, el primer ministro ucraniano, Denis Shmíhal, habló de peligro de inundación para 80 localidades. Científicos de la Universidad de Magdeburgo-Stendal de Ciencias Aplicadas habían calculado previamente que, si la presa se rompiera, unas 600.000 personas podrían resultar afectadas y cerca de un tercio de ellas podrían estar en peligro. Según el gobernador de la región de Jersón, Olexander Prokudin, 16.000 personas se encuentran en la zona de peligro. La Unión Europea habló de cientos de miles de civiles cuya vida está amenazada. Aún no hay informaciones sobre heridos.
«Las consecuencias directas son similares a cualquier inundación», dijo Nikolai Denisov, de Zoi Environmental Network, una organización no gubernamental con sede en Ginebra. Lo que es diferente aquí, sin embargo, es la velocidad con la que llega el agua. «Las áreas naturales, generalmente, no se inundan tanto. Y tampoco a ese ritmo. Así que eso va a causar daños directos». En especial, la inundación de terrenos industriales podría causar problemas, debido a que «toda la suciedad es arrastrada por el agua”, además de los desechos industriales propiamente dichos. Se trata de un daño adicional, explicó.
Olena Kravchenko, directora de la oenegé ucraniana Environment People Law, señaló al diario The Guardian que la ruptura del dique podría tener «consecuencias sin precedentes para el medioambiente” en las zonas aguas abajo del río Dniéper, en su desembocadura, y en los ecosistemas en áreas costeras del mar Negro. También la agricultura podría verse afectada por la contaminación con sustancias químicas y la falta de agua corriente.
Animales y mascotas en peligro
El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) cree que, si bien las poblaciones locales de vida silvestre se verán perjudicadas, muchos animales regresarán después del desastre.
La situación es peor para las mascotas, que a menudo no son evacuadas junto con las personas. «Ya hemos recibido información de que los refugios de animales vecinos están abrumados por la cantidad de solicitudes de rescate. En Nueva Kajovka, en el territorio ocupado, un pequeño zoológico se inundó por completo; todos los animales, excepto los cisnes, murieron hoy», dijo Natalia Gozak, oficial de rescate de animales silvestres de IFAW en Ucrania, en un comunicado de prensa, el martes (6.06.2023).
Pero también, más allá de la represa, la guerra ya ha causado graves daños al medioambiente. El suelo y el agua están contaminados en gran parte de Ucrania por las municiones de guerra y la destrucción de plantas industriales por derrames químicos.
La interrupción de la eliminación de desechos locales también es un problema creciente. Los incendios, los daños causados por los proyectiles y la tala ilegal también han destruido partes significativas de los bosques en la zona de conflicto.
Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de haber volado la represa. En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada con poca antelación, el embajador de Ucrania ante la ONU habló de un «acto de terrorismo ecológico y tecnológico».
(cp/ms)