Se conoce que sus cómplices brasileños llegaron a La Paz armados, lo que refleja un financiamiento para concretar la fuga de Menezez.
La fuga del preso brasileño Felipe Edvaldo Menezez Iglesias, alias “Tocha (antorcha)”, develó que hubo una planificación de cómplices armados, la tramitación de una falsa “orden de salida médica de emergencia” y la vulneración de la seguridad del penal de máxima seguridad de Chonchocoro. La balacera ocurrida en el Hospital de Clínicas el martes dejó un policía muerto y otro herido.
“Las investigaciones de las fallas y errores, ya sea culposo o doloso, que se hayan cometido en el ámbito administrativo, continúan”, afirmó el comandante general de la Policía, Orlando Ponce, al ser consultado sobre la responsabilidad del gobernador del penal de Chonchocoro, el mayor Napoleón Espejo, quien firmó la orden de salida, durante la cual Menezez protagonizó la violenta fuga.
Ponce no informó si Espejo será alejado del cargo ni el descargo que este presentó, se limitó a señalar que el director del penal firmó la orden de salida por la recomendación de “una especialista”, la médica del penal, Narda Callisaya Conde, quien certificó que Menezez necesitaba una atención médica “de emergencia” por una supuesta fractura en una de sus piernas.
“Reitero, (Espejo) se basó en el informe médico de la persona que es experta en la temática, se supone que es médica titulada y la misma aducía que existía una razón de fuerza mayor, para que el mismo (Menezez) sea trasladado a un centro médico. Ella se encuentra en este momento aprehendido, (porque) ha dado el parte médico que indica que ‘se tendría una emergencia médica’, lo cual se ha constatado que no era cierto”, señaló Ponce.
“(Espejo) se basó en el informe médico de la persona que es experta en la temática, se supone que es médica titulada y la misma aducía que existía una razón de fuerza mayor, para que el mismo (Menezez) sea trasladado a un centro médico”
Comandante general de la Policía, Orlando Ponce.
El refugio
Otro elemento que hace presumir que el grupo dirigido por Menezez, miembro del Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil, tenía financiamiento y planificó la fuga desde hace un mes, es que ya tenía un refugio preparado. Se trataba del alquiler de una vivienda en el municipio de Viacha, a nombre del boliviano Alfredo Velarde Cruz (aprehendido), a pocos minutos del penal de Chonchocoro.
La fecha en la que se inició el alquiler del inmueble, donde el martes fueron capturados dos brasileños armados, coincide con la fecha en que Menezez recibió la visita de su hermana, revelaron fuentes policiales.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) La Paz, Rolando Rojas, admitió que existió la planificación y que estuvo financiada. “Para llevar adelante esta fuga seguramente planificaron con antelación, asimismo por el arribo de los subiditos brasileños presumimos que hubo un movimiento económico importante para este efecto”, declaró el jefe policial.
Explicó que hasta el momento existen seis personas aprehendidas, señaladas como cómplices de la fuga, cuatro de nacionalidad brasileña, entre ellos Menezez y dos bolivianos, entre ellos la doctora del penal, Callisaya. Asimismo, durante los diferentes operativos se logró secuestrar “un arma larga, dos cortas y una cantidad considerable de municiones, eso hace presumir que estas personas estaban dispuestas a todo para lograr su cometido”, afirmó Rojas.
El expolicía investigador y abogado Abel Loma señaló una serie de elementos que dejan en evidencia la “facilidad” con la que este grupo delincuencial burló la seguridad penitenciaria. Dijo que se desconoce si la Dirección de Régimen Penitenciario cuenta con un protocolo aprobado para el traslado de personas privadas de liberta, por lo que estos movimientos se hacen improvisando y según las posibilidades del recluso.
Loma afirmó que desde hace varios años no existen vehículos acondicionados para el traslado de estos peligrosos delincuentes, por lo que los custodios policiales deben caminar o aceptar que el recluso page un taxi para poder cumplir con el objetivo de su salida. Asimismo, observó la falta de indumentaria adecuada y la actitud negligente de algunos funcionarios, que no cumplen con la instrucción de llevar enmanillado al detenido.
La pregunta que surge en las redes y también en cualquier conversación es ¿por qué se permitió la salida de un peligroso reo, con antecedentes de fuga, sin un grupo policial armado y equipado?