Christine Jiaxin Lee, una estudiante de ingeniería química de Malasia, vivió una transformación sorprendente cuando descubrió que su cuenta bancaria en Australia había sido abultada misteriosamente con 5 millones de dólares debido a un error bancario.
Durante 11 meses, llevó una vida llena de lujos y excesos, derrochando sumas exorbitantes en ropa de diseñador, joyas de lujo y un estilo de vida ostentoso que atrajo la atención de todos. A pesar de los gastos extravagantes, el banco no detectó el error hasta que Christine realizó 14 transferencias sospechosas. Fue detenida en el aeropuerto cuando intentaba huir del país, enfrentando cargos por malversación financiera y fraude.
Sin embargo, argumentó que creía que el dinero era legítimo ya que nunca se le informó lo contrario. Tras devolver algunos artículos y enfrentar un proceso judicial, los cargos en su contra fueron retirados, permitiéndole regresar a Malasia. Aunque la historia terminó sin cargos, dejó un legado de riqueza fugaz y lecciones aprendidas.