Juan Cocarico lleva 17 meses detenido sin pruebas en su contra en relación con el caso Adepcoca. A pesar de cumplir con los plazos de detención preventiva establecidos, sigue encarcelado ilegalmente.
Fue detenido violentamente por individuos encapuchados, supuestamente policías, y sufrió lesiones graves sin recibir atención médica adecuada. El gobierno boliviano presiona para que los acusados acepten juicios abreviados, utilizando el proceso como una herramienta política y de tortura psicológica. Aunque no existen pruebas en su contra, Cocarico permanece detenido mientras otros cocaleros acusados han admitido su culpabilidad bajo este mecanismo.
La marcha convocada por Adepcoca terminó en la quema del mercado paralelo de Villa El Carmen, pero aún no se ha determinado quién incitó la violencia. Se han señalado irregularidades en el caso, incluyendo listas falsas de víctimas y la falta de investigación sobre el dirigente Arnold Alanes, a pesar de las denuncias en su contra.
Cocarico denuncia la violación de sus derechos y la falta de atención médica adecuada durante su detención.