ITEI: “¿Quiénes torturan en Bolivia? Policía, FFAA y con la complicidad de jueces y fiscales”

La Policía y las Fuerzas Armadas, en complicidad de fiscales y jueces, siguen siendo las principales instituciones que cometen tortura en Bolivia, pese a tratarse de un delito de lesa humanidad, sostuvo Emma Bravo Cladera, directora ejecutiva del Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y la Violencia de Estado (ITEI).

“Decimos esto porque muchas de las personas que nos han dado testimonio o que se tratan en el ITEI, nos dicen: ‘yo le he mostrado al juez las marcas de la tortura y me ha dicho: ¿Eso? Bueno’, y no se anota”, señaló Bravo en la presentación de la Coalición Ciudadana contra la Tortura.

Agregó que como institución conocieron el caso de una mujer joven que fue “bárbaramente torturada” en 2022 en la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc), y cuando ella lo denunció ante el juez, que incluso casi la violan, éste le respondió: “No significa nada”.

“Por eso hacemos esa denuncia, por lo que nos dice la gente que viene al ITEI, incluso algunos dan nombres de fiscales, dicen: ‘cuando me estaban torturando estaba ahí el fiscal fulano de tal´”, refirió Bravo.

El ITEI dijo a ANF que la policía utiliza la tortura como método de investigación y este proceder se mantiene vigente, más aún al no haber ningún proceso ni sentencia penal en contra de ellos, a pesar de los miles de casos registrados.

En 2022 las denuncias de tortura y malos tratos registradas por la Defensoría del Pueblo sumaron 113 casos, de las cuales el 71 por ciento corresponde a la Policía, institución que sigue liderando el uso de esta práctica ilegal como método de investigación.

La segunda institución más denunciada fue las Fuerzas Armadas con 10 casos, seguido por el Ministerio de Gobierno con seis casos y el Ministerio de Defensa con cinco casos.

De 2013 a mayo de 2022, la Defensoría del Pueblo admitió un total de 1.033 denuncias por hechos de tortura y malos tratos a nivel nacional.

La directora del ITEI indicó que la policía realiza la tortura de las personas en el momento de la detención, cuando son llevados a la sede de la fuerza anticrimen, en los traslados de internos de una prisión a otra y en las cárceles.

Los métodos que utilizan son los golpes contundentes con diversos objetos en las partes más sensibles del cuerpo, aplicación de corriente eléctrica con el “Torito”, imposición de largos periodos en posturas dolorosas, como permanecer hincados sobre cascajo.

“La asfixia con bolsas negras nylon y se pone adentro gas lacrimógeno y se cierra la bolsa, eso es muy común hoy día, la mayoría de las personas privadas de libertad que después pasan a los recintos penitenciarios sufren este tipo de tortura”.

En cuanto a tortura psicológica, señaló que se dan principalmente con amenazas contra los miembros de la familia y “esta es una de las razones por lo que la gente no denuncia”.

“Les dicen: ‘sabemos que tienes hijas y sabemos en qué colegio están, mejor te callas y no hablas, porque si hablas, entonces, va ser peor para tu familia’; entonces la gente calla, también por las amenazas de muerte y por la negación de una asistencia jurídica”, apuntó.

Bravo indicó que en la tortura predominantemente biológica está el aislamiento con privación de vestimentas, privación de alimentos y agua, privación de uso de sanitarios.

Sobre la tortura sexual, refirió que ocurre esencialmente con mujeres, y se dirige directamente a su cuerpo y a sus zonas erógenas, y va acompañada con una serie de insultos y toqueteos.

“Vimos en 2019 cómo a una señora de pollera la subían a la camioneta y un policía metía la mano, alguien filmó eso y por eso se supo, pero eso es moneda corriente”, apuntó.

Dijo que incluso en las revisiones que hacen a la entrada de los recintos penitenciarios, ocurre esta situación. “Hay que poner un poner alto a veces a las policías que tienen la tendencia a revisar tocando zonas erógenas, es bastante molestoso, y estos toqueteos, estos insultos, estas palabras alusivas al sexo, pueden ir hasta las violaciones”.

Bravo indicó que al ITEI llegaron denuncias de “muchas violaciones a las mujeres, sobre todo cuando caen en la FELCC y antes de ser trasladadas a los recintos penitenciales”.

“Para hacer una denuncia, nosotros tenemos que hacer toda una documentación de esa tortura, y tenemos que contar también con la aprobación de la persona que está dando su testimonio, y muchas veces se va hasta el asesinato de la víctima”, dijo.

El ITEI atendió desde su fundación 3.591 casos de tortura: 128 casos correspondientes antes de las dictaduras; 439 de las dictaduras; y, 1.260 casos posteriores a las dictaduras.

“Esto demuestra que todos los gobiernos llamados democráticos, que son constitucionalmente elegidos y que así nosotros los nombramos, han torturado”, apuntó.

/ANF/

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