Hallan en Francia piedra grabada con el mapa en 3D más antiguo de Europa

La losa de Saint-Bélec data de la Edad de Bronce con grabados de 4.000 años de antigüedad que asemejan a colinas y una red fluvial. Fue encontrada por primera vez en 1900 y permaneció en el olvido hasta 2014.

Una losa ornamentada, encontrada en 1900 en la Bretaña francesa, al noroeste del país, acaba de convertirse en una nueva fuente de conocimiento cartográfico al descubrirse en ella el mapa en relieve más antiguo de Europa, que data de principios de la Edad del Bronce (2150-1600 a.C).

Las técnicas de geolocalización más modernas sugieren que la piedra de 2,2 por 1,53 metros conocida como losa de Saint-Bélec, muestra una zona de la Bretaña occidental, señalan arqueólogos franceses.

De 4.000 años de antigüedad, los rasgos de la losa se asemejan a rasgos topológicos como colinas y una red flvial.

La losa fue encontrada por primera vez en 1900 (luego fue extraviada) durante una excavación en un cementerio prehistórico de Finistère por un arqueólogo local, Paul du Châtellier, cuya colección fue adquirida por el Museo Nacional de Antigüedades (MAN) en 1924. Su paradero permaneció en el olvido hasta que en 2014 se redescubrió en un sótano bajo un foso en el castillo del museo en Saint-Germain-en-Laye, al noroeste de París.

Los investigadores, entre ellos algunos de la Universidad de Bournemouth, están convencidos de que los grabados de la piedra representan el río Odet y su valle, y otras líneas muestran la red fluvial de la región. Los expertos afirman que las marcas se parecen en un 80% a una zona en torno a un tramo de 29 km del Odet.

Hasta los años 90, la losa de Saint-Bélec estaba guardada en un nicho del foso del castillo. Finalmente, en 2014, se encontró en un sótano del castillo.

Representación cartográfica

«Fue objeto de un importante estudio que permitió interpretarla como la representación cartográfica más antigua de un territorio conocido en Europa, un probable marcador del poder político de un principado de la primera edad de bronce», afirman.

Se cree que la losa fue utilizada como una de las paredes de una tumba de piedra. «Su cara grabada estaba orientada hacia el interior de la tumba, pero sus extremos estaban ocultos», dijeron los investigadores.

«La presencia de motivos repetidos unidos por líneas da a esta composición la apariencia de un trazado cartográfico».

Para confirmar su hipótesis, los investigadores la compararon con otras representaciones similares extraídas de la prehistoria europea y de otros grupos étnicos, como los tuaregs y los papúes.

«Al tratarse probablemente de un mapa mental, algunos de los elementos representados pueden estar sobredimensionados, mientras que su posicionamiento no está necesariamente en proporción a las distancias que los separan», añade el comunicado, sugiriendo que la losa pone de manifiesto la pericia cartográfica de las sociedades prehistóricas.

ee (theguardian/efe)

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