La caída abrupta en las exportaciones de soya y sus derivados al primer trimestre de 2024 ha encendido las alarmas en el sector agropecuario. Según revela el Instituto Nacional de Estadística (INE), las exportaciones de semillas y habas de soya han sufrido una disminución del 70,7%, mientras que los derivados de este grano han experimentado una caída del 31,9%.
Advertencias Previamente Ignoradas Tanto desde el sector productivo como desde la Caniob se habían lanzado advertencias sobre la posible crisis en la producción de soya. La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) y la Cámara de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) habían advertido sobre este escenario, pero sus señales parecían haber caído en oídos sordos.
Impacto Climático y Obstáculos Logísticos El INE atribuye esta dramática situación a factores climáticos y a los bloqueos de carreteras que ocurrieron durante el primer trimestre del año. Esto ha generado una brusca disminución en el valor de las exportaciones de soya, lo que representa una preocupación significativa para la economía del país.
Llamado a la Acción El llamado es claro: se necesitan medidas urgentes para contrarrestar esta caída en las exportaciones y evitar un impacto aún mayor en la economía nacional.