Un cargamento de «beepers» manipulados por el grupo terrorista Hezbollah explotó en el Líbano, dejando al menos nueve muertos.
Según las investigaciones, los dispositivos fueron alterados antes de llegar al país. La hipótesis principal sugiere que un mensaje falso activó los explosivos de forma remota.
Explosivos implantados en los beepers
Los «beepers» no fueron importados directamente a Líbano, sino que se detuvieron en un país cercano, donde presuntamente Israel colocó los explosivos. Estos fueron implantados junto a la batería, causando un sobrecalentamiento previo a la explosión.
Detonación remota con mensaje falso
El mecanismo de detonación fue un mensaje falso que parecía venir de la cúpula de Hezbollah. Al abrir el mensaje, los explosivos se activaron, lo que provocó la tragedia. El dispositivo emitía un pitido antes de explotar.
Fabricantes bajo investigación
Se apunta a la empresa taiwanesa Gold Apollo como responsable de la fabricación de estos dispositivos, aunque la compañía negó estar involucrada. Según su comunicado, la empresa BAC, con sede en Budapest, fue quien fabricó los «beepers» utilizados en el ataque.