La española Joana Sanz, esposa del brasileño Dani Alves, no se aguantó y envió un duro y contundente mensaje a la prensa, que merodea su casa. “He perdido a los únicos dos pilares de mi vida, tengan un poco de empatía en vez de buscar tanta noticia en el dolor ajeno”, publicó la pareja del futbolista.
La mujer se refirió en esos términos pidiendo respeto por su privacidad y haciendo notar, que hace una semana falleció su madre y días después encarcelaron a su marido por la presunta agresión sexual a una joven, de 23 años, en una discoteca de Barcelona.
El futbolista, de 39 años, permanece en prisión, desde el viernes pasado, sin fianza acusado de la supuesta agresión. Hasta el momento dio tres versiones diferentes de los hechos que se le imputan, según medios españoles.
Al principio lo negó todo y dijo que no la conocía, después contó que estaba en el baño de la discoteca y vio a la chica. Finalmente, afirmó que fue ella la que se abalanzó sobre él para mantener relaciones consentidas. Las tres versiones han complicado al jugador, que por ahora sigue en prisión.
La mujer agredida adelantó, que no quiere arreglo económico y que solo pide justicia. Lo cierto es que Alves y de su esposa no la pasan nada bien por estos días en la capital catalana. Ella en su casa y su marido en la cárcel.