Desorden desde el Inicio:
La sesión parlamentaria de ayer se vio sumida en el caos desde el principio, cuando el presidente Challco desencadenó la ira de la oposición al insistir en seguir el orden del día antes de abordar sus demandas.
Confrontación en el Hemiciclo:
La situación escaló cuando un grupo de opositores rodeó a Challco, provocando forcejeos y agarrones entre los parlamentarios. El diputado José Ormachea se vio envuelto en una escena caótica, resistiéndose a ser retirado por la fuerza.
El Debate Interrumpido:
A pesar de un receso de media hora, la tensión persistió al reanudarse la sesión, con los opositores ocupando la testera y obstaculizando cualquier intento de avance legislativo. Los «evistas» condicionaron la aprobación de créditos a la aceptación previa de leyes antiprórroga.
Compromisos y Denuncias:
A pesar de los compromisos, la violencia y las acusaciones continuaron, con los «arcistas» denunciando acoso a la presidenta en ejercicio. Challco anunció una denuncia contra Ormachea por agresión, acentuando la fractura en el ambiente parlamentario.
Movilizaciones y Amenazas:
Organizaciones sociales afines a los «arcistas» se movilizaron, amenazando con retener a los diputados hasta que se aprobaran los créditos. Acusaron a opositores y «evistas» de chantajear con las leyes antiprórroga, sumando más tensión a un ambiente ya enrarecido.
Conclusión Incierta:
En medio de la incertidumbre, la sesión parlamentaria concluyó, dejando tras de sí un panorama de desorden, violencia y acusaciones, evidenciando la profunda división que prevalece en el Congreso.