¿Es «1899» de Netflix un plagio de un cómic brasileño?

Una autora de cómics brasileña acusa a los creadores de «1899» de haber robado su idea. Esto no es nada nuevo: las series de éxito suelen recibir muchas acusaciones de plagio.

A poco de comenzar la nueva serie de Netflix»1899″, la autora de cómics brasileña Mary Cagnin asegura que le han robado su idea para varios elementos de la serie.

«Me choca», escribe Cagnin en Twitter, «que la serie ‘1899’ sea sencillamente idéntica a mi cómic ‘Black Silence’ publicado en 2016». Menciona la pirámide, el barco, la tripulación multinacional y sospecha que los creadores de la serie descubrieron su trabajo en una feria internacional de cómics.

Baran Bo Odar y Jantje Friese, los creadores de «1899» y de la serie de éxito internacional «Dark», se sienten acusados injustamente y dicen no conocer a la brasileña ni su obra y afirman que nunca robarían algo de otros artistas, ya que ellos mismos son artistas. El caso está ahora con los abogados.

De los juegos del hambre al juego del calamar

En una entrevista, el director Quentin Tarantino dijo en el verano de 2022 que opinaba que la serie de películas de «Los juegos del hambre» era una copia del largometraje japonés «Battle Royale». Esto no fue nada nuevo para la autora de «Los juegos del hambre», Suzanne Collins. A lo largo de su carrera, fue acusada en repetidas ocasiones de robar ideas para sus libros; por ejemplo, se dice que se sirvió de Stephen King, que en su libro «Manhunt» cuenta la historia de un padre de familia que, para poder pagar la medicación de su hija gravemente enferma, participa en un concurso mortal. La historia, bastante cambiada, se filmó en 1987 bajo el título «Running Man» (El sobreviviente o Carrera Mortal en Hispanoamérica) con Arnold Schwarzenegger.

Ya sea en «Battle Royale», «Los juegos del hambre» o «Running Man»: en todas estas distopías, las personas luchan entre sí por sobrevivir y para el deleite de una audiencia pervertida.

Retos mortales en «El juego del calamar».

¿Quién tuvo la idea primero?

Resulta difícil acusar al director de «El juego del calamar», Hwang Dong-hyuk, de robar ideas: llevaba intentando vender su historia desde 2008, hasta que llegó Netflix.

Ya sea música, novelas o películas: las acusaciones de plagio son habituales. No es fácil demostrar que alguien tuvo una determinada idea primero. Al igual que no es posible demostrar que otros robaron una idea. Después de todo, no es del todo imposible que dos de ocho mil millones de personas tengan ideas similares, melodías o historias parecidas en sus cabezas.

Por lo tanto, las demandas por plagio rara vez tienen probabilidades de éxito en los tribunales, especialmente en el caso de películas en las que participan muchos creativos y el proceso de creación es largo. Además, los grandes estudios de cine o las productoras cuentan con brigadas enteras de buenos abogados y mucho dinero para poder ganar esos pleitos.

«Evidencias» en Internet

Los creadores de «1899» cosecharon un linchamiento digital en Twitter e Instagram por parte de los seguidores de la autora brasileña. Los fans de sus cómics han empezado a aportar pruebas, bajo su tuit citado anteriormente, sobre escenas, personajes o símbolos que supuestamente fueron plagiados. Por el contrario, los fans de «1899» dicen que los ejemplos mencionados son elementos básicos de la ciencia ficción. Uno de los creadores de «1899», Baran Bo Odar, también fue bastante claro en Instagram sobre el acalorado revuelo en la red, que se extiende a ataques personales contra él y su esposa y coautora, Jantje Friese. Internet, dice, se ha convertido en un lugar muy extraño.

(gg/ers)

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