Afectado ya por la propagación del COVID-19 y la viruela símica, Santa Cruz enfrenta ahora el brote de otra enfermedad: el coqueluche. Con tres enfermedades en vigilancia y el reporte incluso de un caso de lepra, el sistema sanitario trata de hacer frente, en medio de un paro que dificulta la movilización en la región y que no da señales de resolución.
El Ministerio de Salud declaró alerta sanitaria por el brote de coqueluche, una enfermedad que no se reportaba hace años en el país, a tiempo de denunciar que el paro impide un control epidemiológico adecuado. La Gobernación cruceña defiende el plan de contención que se aplica, pese a las medidas de presión.
“Tenemos la capacidad diagnóstica, tenemos las vacunas, hemos desplegado ya al personal, sin embargo, las acciones de bloqueo epidemiológico se están viendo afectadas por este paro cívico”, aseveró el ministro de Salud, Jeyson Auza.
Cuatro casos de coqueluche fueron confirmados en el departamento de Santa Cruz. La Gobernación informó que se determinó reforzar la vacunación y pidió a la población acudir a los centros de salud en caso de registrar síntomas relacionados con este mal, también llamado tosferina.
“Las acciones que hemos asumido como Servicio Departamental de Salud (Sedes) es incrementar la vigilancia epidemiológica, tanto en la ciudad como en las provincias, capacitación de todo el personal de salud y realizar esquemas abreviados para esta población vulnerable que son los menores de cinco años”, afirmó el director del Sedes Santa Cruz, Erwin Viruez.
SANTA CRUZ
Por este brote, el gobierno departamental determinó habilitar la vacunación contra el coqueluche desde las seis semanas del bebé, antes eran desde las ocho. Además, se declaró la alerta roja sanitaria.
“Es una enfermedad con una alta tasa de contagio. Un paciente positivo puede contagiar a entre 17 y 18 personas. Por eso estamos declarados en alerta roja”, subrayó Viruez.
El Ministerio de Salud determinó igualmente el despliegue de brigadas para controlar el brote de coqueluche. No obstante, reafirmó que el paro dificulta tanto que los profesionales de salud hagan el control epidemiológico, como que las personas lleguen hasta los centros de salud.
“Se están haciendo todas las acciones necesarias, nos hemos trasladado a Santa Cruz para establecer un plan de acción nacional y departamental. Lo que sí ha determinado que tengamos dificultades en la operativización de este plan ha sido el bloqueo. Ese bloqueo que ha determinado que la gente no pueda trasladarse, nosotros no hemos podido trasladarnos, llegar por los diferentes bloqueos y hemos tardado entre tres y cuatro horas para llegar al establecimiento de salud”, indicó el responsable nacional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), Max Enríquez.
El coqueluche se transmite de persona a persona, por medio de estornudos y tos. El malestar general, congestión nasal, tos y fatiga son síntomas asociados con esta afección. Su prevención se da por medio de la vacunación en la primera infancia, por eso, Salud considera que las bajas coberturas de inmunización son la causa tras este rebrote de coqueluche.
CASOS
A la par, Santa Cruz lucha aún contra el COVID-19, que aunque está en retroceso, todavía significa una alerta. Esto por tratarse de una pandemia vulnerable a rebrotes y aparición de nuevas olas. El domingo, el departamento reportó seis nuevos casos.
No obstante, aunque los casos de coronavirus han disminuido, también lo ha hecho de manera preocupante la vacunación contra esta enfermedad.
“Hace nueve semanas epidemiológicas que no se reporta ningún fallecido. Pero algo que nos preocupa, de tener 44.000 vacunados por semana, hoy no sobrepasamos los 537 vacunados. Llamamos a la población a que pueda recibir su dosis de refuerzo”, convocó el director del Sedes.
Asimismo, el departamento cruceño es el más afectado con la viruela del mono. De acuerdo con el reporte del Ministerio de Salud, de los 243 contagios de esta enfermedad registrados en el país, 218 corresponden a Santa Cruz, hasta el domingo. Por este mal también se declaró la alerta sanitaria nacional.
Eso sí, Viruez calificó a la viruela símica en una “situación de control”.
La Razón