El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que el presidente de Argentina, Javier Milei, presentó la semana pasada, entró en vigor este viernes en medio de protestas masivas y espontáneas en las calles y un alud de demandas judiciales que intentan frenar su aplicación.
La norma, que el mandatario dio a conocer el pasado 20 de diciembre y se titula ‘Bases para la reconstrucción de la economía argentina’, consta de 366 artículos que desregulan por completo la economía del país sudamericano.
En sus aspectos particulares, el llamado ‘megadecreto’ limita el derecho a huelga, precariza las condiciones laborales, reduce las indemnizaciones por despido y permite que los alquileres se pacten en dólares o cualquier otra moneda extranjera e incluso criptomonedas.
También avala que los servicios médicos privados aumenten los precios cuando y cuanto quieran. De hecho, al día siguiente de emitido el DNU, las empresas de medicina prepaga aumentaron en un 40 % la cuota mensual a sus afiliados.
Por otra parte, la iniciativa del presidente abre la puerta a la privatización de decenas de empresas estatales que abarcan desde servicios portuarios y de trenes hasta medios de comunicación y de desarrollo satelital.
Desde que se develó el contenido del DNU, políticos y especialistas jurídicos de todas las corrientes políticas lo consideraron inconstitucional ya que deroga de tajo más de 300 leyes, lo que, de acuerdo con sus acusaciones, implica que Milei pretende gobernar por decreto sin tomar en cuenta al Congreso, lo que violenta el equilibrio de poderes, acusación que el Gobierno ya rechazó.
Debate
Los temores se profundizaron esta semana, luego de que el presidente presentara la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos que, por sus dimensiones, fue bautizada como ‘ley ómnibus‘, ya que consta de 664 artículos que modifican por completo la manera en la que el país funcionaba hasta ahora en sus aspectos sociales, políticos y económicos.
La ‘ley ómnibus’ será discutida en el Congreso durante el periodo extraordinario de sesiones que ya comenzó y termina el 31 de enero, pero el proceso del DNU es diferente, ya que la legislación argentina establece que este tipo de instrumentos entran en vigor ocho días después de haber sido publicados en el Boletín Oficial.
Como el DNU fue publicado el jueves de la semana pasada, entró en vigencia este viernes. Sin embargo, todavía puede ser derogado en el Congreso, ya que debe ser analizado por una Comisión Bicameral conformada por ocho diputados y ocho senadores que analizarán si el decreto cumple con los requisitos legales para ser considerado «de necesidad y urgencia».
En caso de que este grupo de trabajo rechace el DNU, será declarado inválido, pero si lo aprueba, entonces pasará para su debate ante el pleno de las dos cámaras legislativas de manera alterna, es decir que si lo discute primero el Senado y es aprobado por mayoría, entonces se turnará a Diputados.
El problema es que el DNU no fue incluido por el Gobierno en el temario de las sesiones extraordinarias que envió al Congreso, por lo cual sólo podrá discutirse a partir del 1 de marzo, es decir, cuando inicie el periodo ordinario de sesiones.
En contra
Ello significa que, mientras tanto, el decreto estará vigente, salvo que entre en escena el Poder Judicial, puesto que ya se presentaron más de 30 recursos de amparo en diversos tribunales del país para tratar de frenarlo.
A las denuncias de tipo individual como las del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que solicitó directamente la intervención de la Corte Suprema de Justicia, se sumaron las demandas interpuestas por la Federación Argentina de Municipios (FAM), que agrupa a los intendentes (alcaldes) de 500 municipios; la Central de Trabajadores de Argentina; el Colegio Público de Abogado y el Centro de Estudios Legales y Sociales.
De manera paralela a los tribunales, el repudio al DNU y a la ‘ley ómnibus’ recorre a diario las calles con manifestaciones multitudinarias de ciudadanos autoconvocados que, olla y cuchara en mano y desde el pasado 20 de diciembre, salen a marchar a diario durante las noches tanto en Buenos Aires como en otras ciudades del resto del país.
Las acciones de resistencia son múltiples. Este viernes, por ejemplo, el Movimiento Somos Barrios de Pie realizará una protesta frente al Ministerio de Capital Humano en la que llevará ollas vacías para simbolizar la falta de comida que padecen los sectores más vulnerables.
Además, la Confederación Farmacéutica Argentina protagonizará una manifestación inédita, ya que cerrará las puertas de todas las farmacias del país durante una hora para denunciar los riesgos que conlleva un DNU que permite la venta de medicamentos en todo tipo de establecimientos, ya no solo en farmacias habilitadas, y sin necesidad de que haya farmacéuticos especializados.
Aunque múltiples colectivos continúan diseñando medidas de protesta, se prevé que la creciente inconformidad con las medidas anunciadas por Milei se aglutinarán en el paro nacional que la Confederación General del Trabajo, la mayor central sindical del país, ya convocó para el 24 de enero.
Fuente: rt.com