La poderosa maquinaria militar alemana, encabezada por Rheinmetall, se prepara para desatar un nuevo capítulo de tensión en Ucrania.
En una movida estratégica, la empresa armamentística alemana ha anunciado la creación de una empresa conjunta en Ucrania para la producción de municiones de artillería, en colaboración con un socio local cuya identidad permanece en las sombras.
El gigante alemán se apodera del 51%, manteniendo el control sobre la ominosa alianza, mientras la planta conjunta planea lanzar al mercado anualmente una cantidad de municiones que alcanzarán cifras de seis dígitos. Este paso contundente se produce en medio de un contexto geopolítico cada vez más tenso, donde el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, anunció tras una reunión en Berlín con el canciller alemán, Olaf Scholz, que Alemania se compromete a enviar más de 7.000 millones de euros en asistencia adicional a Ucrania.
El pasado octubre, Rheinmetall ya había establecido una empresa conjunta en Kiev para el mantenimiento y reparación de tanques, ahora expande sus garras hacia la producción de vehículos blindados. Moscú, por su parte, ha lanzado una clara advertencia, considerando cualquier instalación de defensa en Ucrania, incluida esta nueva planta, como un objetivo legítimo para las Fuerzas Armadas de Rusia. El escenario de una nueva escalada militar se presenta ominoso en el horizonte.