El Banco Central de Bolivia (BCB) confirmó la previsión de un crecimiento de la economía de 6% en 2021 y la proyección de 5,1% para este 2022, tomado en cuenta en el Presupuesto General del Estado (PGE). Asimismo, indicó que hasta enero se presenta una recuperación sostenida de la actividad económica y una inflación estable.
Son algunos datos del Informe de Política Monetaria (IPM) de enero, realizado este martes por el ente emisor. En cuanto a las perspectivas 2022, señala que para 2021 el PFF (Programa Fiscal Financiero) proyectó un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente 4,4%, que los organismos internacionales situaron en cerca de 5,5%.
“En función a información reciente, se estima que el crecimiento para 2021 estaría en torno a 6%. Para 2022, el crecimiento esperado es de 5,1%. La inflación en 2022 se situaría en torno a 3,3%, consistente con la dinámica de la actividad económica”, indica uno de los cuadros presentados en la exposición de las autoridades del Banco Central de Bolivia.
El dato de 2021 sobre el crecimiento ya fue anunciado por el presidente Luis Arce en su informe por el Día del Estado Plurinacional, el 22 de enero. “La dinamización de la demanda interna contribuye en gran medida al crecimiento de la economía del país, tiene una incidencia del 8,2% y es resultado de la significativa recuperación del consumo de los hogares”, indicó. Asimismo, en el PGE para este año se prevé un crecimiento de 5,1% y una tasa de inflación de 3,4%.
En cuanto a los mensajes principales del IPM de enero, el BCB indica que Bolivia enfrentó un escenario mundial con niveles de incertidumbre aún elevados por el COVID-19 y por el surgimiento de la inflación global que determinó el inicio del repliegue de los estímulos monetarios. “Las políticas del BCB orientadas a mantener un nivel adecuado de liquides, contribuyeron a la dinamización del crédito y actividad económica”.
Por esto, el ente emisor señala que se lograron los siguientes resultados: recuperación sostenida de la actividad económica, inflación estable, repunte en la intermediación financiera, expectativas ancladas en el mercado cambiario y estabilización del nivel de reservas internacionales.