Desde un tierno osito hasta danza bajo la lluvia, el Carnaval de Oruro causó furor

La entrada del Carnaval de Oruro, fiesta que rinde culto a la Virgen del Socavón, superó las expectativas este año con más de 20 horas de cultura y devoción. Más de 50.000 danzarines deslumbraron en la Peregrinación, destacando la conmovedora imagen de un niño de cuatro años vestido de oso que, agotado en medio del desfile de la fraternidad de Diablada, fue alentado a continuar, recuperando el ritmo con el respaldo de los participantes.

El evento, que inició temprano el sábado y se extendió hasta la madrugada del domingo, se vio desafiado por las inclemencias del tiempo, ya que la lluvia se hizo presente durante dos horas sin disminuir el ímpetu de los bailarines. A pesar de quedar empapados, continuaron con sus actuaciones, mientras el público se resguardaba con paraguas y plásticos.

El tierno osito se ganó el cariño de la gente del Carnaval de Oruro, pese a que estaba enojado y no quería seguir bailando.

La lluvia, lejos de disuadir, fue interpretada por algunos como un augurio de bendiciones. El Carnaval de Oruro, reconocido por sus magníficos trabajos artesanales y bordados, movió la economía local y dejó una huella imborrable en turistas nacionales y extranjeros. La capital del folklore sigue resonando con danza, cultura y música en sus calles, y se espera que los beneficios económicos se manifiesten en los días venideros.

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