Las exportaciones de Bolivia alcanzaron a 10.911 millones a diciembre de 2023, pero no fue la cantidad suficiente para superar a las importaciones y cerró el 2023 con déficit comercial de más de 500 millones de dólares, de acuerdo a datos oficiales.
Entre 2015 a 2019, Bolivia registró un saldo comercial negativo en promedio de 1.000 millones de dólares, se recuperó en 2020, el 2021 el saldo de la balanza comercial alcanzó los 2.139 millones, un año después, 2022, cayó a 1.801 millones y en 2023 nuevamente mostró una cifra negativa de -585 millones.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) sostiene que el contexto internacional y los factores internos afectaron la balanza comercial en 2023.
A diciembre de 2023, el comportamiento del comercio exterior boliviano fue afectado por las repercusiones del contexto internacional, como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la situación de los mercados financieros internacionales, la contracción económica mundial y el cambio climático. A nivel nacional, las sequias y los bloqueos en carreteras, en rutas de entrada y salida de mercancías al país, generaron un déficit de 585 millones de dólares.
Las exportaciones a diciembre de 2023 alcanzaron a 10.911 millones de dólares, cifra menor en 2.760 millones a la registrada en el mismo período de 2022. Por su parte, las importaciones en el mismo período llegaron a 11.496 millones, cifra menor en 374 millones a la registrada en igual período de la gestión 2022.
Para el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, el 2023 fue un año malo para Bolivia, en materia de comercio exterior, ya que cerró la gestión con un déficit comercial anual por 584,7 millones de dólares.
El déficit se explica por el incremento registrado en las compras externas de bienes de capital, de acuerdo al INE y con relación al intercambio comercial, se presentó superávit de 1.092,4 millones de dólares con India y Emiratos Árabes Unidos con 881,2 millones por las ventas externas de oro, al igual que con Colombia, llegando a 788,4 millones de saldo favorable para el país por la venta de soya y sus derivados.
En su breve análisis del comercio exterior de la pasada agestión, explica que hubo caídas significativas en comparación con el 2022. “Si comparamos el período de enero a diciembre 2023 con el mismo del 2022, se observa que nuestras importaciones cayeron en un 3,2%, sin embargo, nuestras exportaciones bajaron en un 20,6%”, apuntó.
Recuerda que durante el 2023, de los 12 meses del año, 9 presentamos déficit comercial. Es decir, el 75% del pasado año, el saldo comercial fue negativo. Todas las actividades económicas presentaron un nivel menor de exportación respecto al 2022, signos de un comercio exterior desfavorable.
Menciona que por actividad económica, en el 2023 solo las actividades económicas de alimentos y bebidas y suministros industriales presentaron un saldo comercial positivo, debido a su menor importación el año pasado, 2022.
Las exportaciones el año pasado fueron de 10.910,9 millones de dólares, donde la actividad económica que sobresalió fue la industria manufacturera, con un 51% de la misma; el producto de mayor exportación fue el oro metálico en 2023, con 2.482,4 millones, explicó.
“Si bien la industria manufacturera es la más importante de nuestro comercio exterior, la misma disminuyó en un 20% respecto al 2022. El sector de hidrocarburos sigue en declinación, la exportación de gas natural descendió en un 31%, comparando con enero a diciembre de 2023 y el mismo período de 2022”, señaló a tiempo de indicar que las exportaciones de gas sólo representaron el 19%.
Mientras que las importaciones en 2023 registraron un valor de 11.495,6 millones de dólares, donde la categoría económica de suministros industriales tuvo mayor peso, con un 26% del total.
Respecto a los combustibles y lubricantes, la importación alcanzó un valor de 2.983,7 millones de dólares, un 5% menos que la gestión 2022.
Los países de donde más importamos son: China, Brasil, Argentina y Chile, que representan el 56% de lo que compramos fuera de nuestras fronteras, sostuvo Romero.
El año pasado fue negativo para nuestro comercio exterior, ya que fue deficitario. El ritmo de decrecimiento de las exportaciones fue mucho más elevado que las importaciones. Esto supone que se genera menos ingresos fiscales y entrada de divisas al país, lo cual limita el crecimiento económico.
Si bien las importaciones tuvieron un descenso relativo fue sobre todo por la escasez y encarecimiento del dólar, sobre todo en el mercado negro, que hace más costoso comprar productos del exterior, sostiene.
“Este proceso, sino se corrige la política monetaria y cambiaria, nos llevará al desabastecimiento de productos, materias primas e insumos de consumo público y privado, lo que hará que suban los precios en la economía, es decir habrá mayor presión inflacionaria, con el costo de una mayor devaluación de la moneda nacional y mayor pérdida del poder adquisitivo”, concluyó.
Un simple análisis del comportamiento de la balanza cambiaria (que infelizmente las autoridades interinas del Banco Central de Bolivia (BCB) no publican desde septiembre de 2023) explica por qué faltan divisas. Entiendan: las exportaciones privadas financian las importaciones privadas, manifestó Jcpereirasta en su cuenta de X (Twitter).
En los hechos: existen 2 mercados cambiarios, el público y el privado. Es falso que exportadores privados dejen sus divisas fuera del país. Las “comisiones bancarias” es un eufemismo, perverso, ineficiente y faltó de transparencia, de decir que tenemos un régimen cambiario dual, lamenta @jcpereirasta.
Fuente: El Diario