Frente la persistente crisis social y política en Perú, los conductores bolivianos se encuentran atravesando un drama en el vecino país por los bloqueos y la falta de ayuda para que puedan cruzar la frontera y llegar a sus destinos.
Son 22 días que se encuentran en las carreteras y con el pasar de los días la alimentación se hace cada vez más escasa al igual que el agua y los servicios básicos, a esto se suma las bajas condiciones climáticas que deben atravesar en las noches.
River Arce, es un conductor paceño que se encuentra entre los cerca de 400 conductores en el sector de Huacullani, Puno, que demanda las gestiones de las autoridades de la Cancillería ante el Gobierno peruano y los comunarios para que les permitan transitar.
“Para nosotros hemos pedido un pase humanitario, una tregua para pasar por lo menos por Desaguadero y de ahí poder llegar a nuestros destinos, pero es una cosa imposible, hemos venido insistiendo día a día aquí a los comunarios de Huacullani”, contó en entrevista con el programa La Tarde En Directo de ERBOL.
Junto a otros transportistas contó que pudieron organizar ollas comunes con los pocos alimentos que lograron reunir, sin embargo, lamentó que no les podría alcanzar para mucho tiempo estar en esa situación.
El dinero que tienen tampoco les alcanza para comprar alimentos que ofrecen algunos pobladores debido al alto costo. A esto se suma el hostigamiento y amenazas que padecen por algunos pobladores que pone en riesgo su integridad y sus camiones, como herramientas de trabajo.
“Ya no sabemos qué hacer, estamos incomunicados”, lamenta Arce quien insiste en la presencia de alguna autoridad de Bolivia o de la dirigencia del transporte pesado para conversar con los movilizados para que les permitan transitar.
Entre los transportistas bolivianos se encuentran de diferentes partes del país, algunos del valle y oriente boliviano no pudieron soportar el clima y desertaron de la ruta o sufren de enfermedades respiratorias.
Tampoco cuentan con medicamentos, cerca del lugar hay una posta sanitaria pero ya se encuentra colapsada por los haitianos migrantes.
Los pobladores del sur del Perú y otras regiones de ese país decidieron activar movilizaciones para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y nuevas elecciones, solo esa situación podría desactivar las protestas.