«Cientos han muerto, sufriendo»: cómo la invasión rusa de Ucrania ha perjudicado a los animales

La situación de los animales en Ucrania es preocupante, aunque lamentablemente no es sorprendente: «Ya era mala en tiempos de paz. Ahora que comenzó la guerra, se volvió trágica».

Desde que Rusia comenzó su invasión de Ucrania hace más de un mes, la guerra ha dejado incontables tragedias humanas. No obstante, el conflicto humano también ha trastornado la vida de los animales de Ucrania, otras víctimas de la guerra. 

Desde el inicio de la violencia, muchos han muerto debido a los bombardeos, mientras que otros mueren de hambre. Y es que muchos de esos animales han sido abandonados por sus dueños, especialmente los perros más grandes. 

«No podemos juzgar porque no sabemos cómo se siente la gente cuando hay un riesgo real de que te puedan matar», dijo a Vox Olga Chevganiuk, de UAnimals, una organización ucraniana de bienestar animal.

Un perro mira el cuerpo de su amigo en el jardín de una casa en Bucha, Ucrania (05.04.2022).

Bombardean refugio de animales en Kharkiv 

Grupos como UAnimals trabajan sin descanso para rescatar a los animales abandonados y mantener los refugios en funcionamiento. En muchas ocasiones con un precio muy alto: según reporta Vox, un refugio de animales en Kharkiv fue bombardeado, y tres voluntarios de rescate de animales murieron en combates a principios de este mes cuando intentaban entregar comida para perros. 

«Cuando empezó la guerra, nos dimos cuenta de que cada día es peor», dijo Chevhaniuk a Euronews. «Los rusos disparan a adultos, niños e incluso animales. No tienen ningún valor moral», agregó, relatando el triste final de cientos de animales en refugios en Ucrania.

«Encontramos un refugio en Borodyanka en el que se dejaba a los animales en jaulas cerradas», dijo Chevhaniuk. «Había 485 perros allí al comienzo de la guerra. Ayer nuestros voluntarios pudieron llegar a él, y solo 150 perros seguían vivos, No había comida ni agua. Cientos murieron, sufriendo», añadió.

Otros animales que están sufriendo los estragos de la guerra son aquellos encerrados en zoológicos y en granjas. Por ejemplo, el zoológico Feldman Ecopark de Kharkiv resultó dañado en medio de los combates y hay informes de que los animales del zoológico Park XII Months, al norte de Kiev, han empezado a morir de hambre y frío. 

Por su parte, hay reportes de varias granjas que han sido cerradas y destruidas; una de las granjas de Avangard, el mayor productor de huevos de Ucrania, habría tenido que suspender la producción debido a la pérdida de energía, y la mayor parte de su rebaño tuvo que ser sacrificado por falta de alimento.

El vicejefe de la ciudad de Dnipro, Mykhailo Lysenko, junto a una jaula con un tigre evacuado del arruinado Ecoparque Kharkiv Feldman.

Asistencia a animales domésticos en la frontera

Muchos otros ucranianos realizan largos viajes para encontrar refugio acompañados de sus animales, donde otros como el veterinario estadounidense AndrewYaroslaw Kushnir asisten a estos animales en la frontera polaco-ucraniana.

«Como sabe, aquí no solo ayudamos a los animales», expresó Kushnir. «Ayudamos a la gente a través de sus animales», agregó.

Un perro sigue sangrando después de haber sido disparado por soldados rusos en un pueblo cerca de Borodyanka, una ciudad a las afueras de Kiev.

Hijo de un refugiado ucraniano que siendo niño huyó de la Segunda Guerra Mundial a Estados Unidos, el veterinario Kushnir de 34 años dijo sentirse obligado a dejar la comodidad de su vida californiana para ayudar a su prójimo y sus animales en la rusticidad de una carpa en «Medyka, entre Polonia y Ucrania.

En este sitio se evalúa la salud de los animales y se les da lo necesario: arneses, correas, bozales, jaulas y alimento», indicó. Estrés, deshidratación, heridas, pulgas y gusanos… Perros, gatos, roedores, loros, hurones y otros reptiles también llevan las heridas de la guerra iniciada por Rusia el 24 de febrero.

Trauma de la guerra

En el lugar también se encuentran voluntarios del Fondo Internacional para la Protección de Animales (IFAW). «Algunos han conocido los sonidos y los olores de la guerra y sus propietarios nos dicen que ahora, cuando hay ruido, reaccionan», contó Jennifer Gardner, responsable del programa de IFAW.

«Es por eso que es importante que entre nuestros suministros haya arneses adaptados para los animales y jaulas para que no se escapan si se estresan», agregó.

La carpa recibe a diario unos 60 animales. Un zoológico un poco especial que ha visto pasar cuatro caracoles, cada uno del tamaño de un puño, transportados en un tupperware perforado. Su propietaria no quiso dejar que la guerra los separara.

Una refugiada ucraniana cruzó la frontera con su querido gato, tras pasar horas esperando en la tierra de nadie entre Ucrania y Polonia.

«Los limpiamos, los pusimos en una caja nueva, los alimentamos con lechuga y ella quedó encantada», relató Diane Treedwell, otra voluntaria. Muchos refugiados «dejaron sus efectos personales para asegurar que su mejor amigo saliera de allí», afirmó.

«Del otro lado están los animales abandonados»

«En realidad», sostuvo Kushnir, «los animales que vemos aquí, a este lado de la frontera, son suertudos: son los que han podido cruzar». «Del otro lado están los animales abandonados por sus propietarios que no pudieron ocuparse de ellos», agregó.

Una voluntaria, Oleksandra Tsyfruliak, lleva un perro evacuado de Irpin, en la región de Kiev, y lo entrega al refugio de animales «Todo el mundo tiene una segunda oportunidad».

Jakub Kotowicz se encarga de ellos. En Przemysl, a unos 10 km de Medyka, este veterinario polaco de 32 años, cofundador de la organización ADA, dedica una parte de su clínica a los animales abandonados a la carrera en Ucrania.

Junto con otras organizaciones, promueve caravanas desde Leópolis para trasladar perros y gatos encontrados en las zonas de combate. Todos trabajan para recuperarlos y ofrecerlos en adopción.

«El transporte es muy largo», señaló. «Desde el este de Ucrania es uno o dos días en pequeñas jaulas en las cuales los ucranianos meten tres o cuatro gatos. Es muy estresante para ellos».

Voluntarios sacan a perros de una furgoneta. Los perros fueron evacuados de Irpin, en la región de Kiev.

Una habitación de su clínica tapizada de cajas espaciosas, apiladas unas sobre otras, hay unos cuarenta gatos esperando el fin de su cuarentena sanitaria. Dos mujeres jóvenes les dan alimento, agua fresca y cariño.

En tres semanas, Jakub Kotowicz dice haber examinado a 900 perros y gatos ucranianos, así como una pequeña cabra blanca herida y una cigüeña con el pico quebrado.

«La situación de los animales en Ucrania ya era mala en tiempos de paz», comentó. «Ahora que comenzó la guerra, se volvió trágica», concluyó.

Editado por Felipe Espinosa Wang (AFP, Vox, Euronews)

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