Un equipo de investigadores chinos asegura haber probado con éxito un motor hipersónico capaz de llevar a los aviones a Mach 9, una velocidad nueves veces superior a la del sonido. El motor se alimenta de queroseno de aviación, que no tiene ni el coste ni el riesgo de explosión que sí puede suponer emplear hidrógeno.
La investigación se ha publicado en Journal of Experiments in Fluid Mechanics. En la publicación se afirma que es la primera vez que se prueba públicamente un motor de detonación basado en queroseno.
Un motor de detonación emplea una cadena de ondas de choque para propulsar el avión hacia delante inyectando combustible en un canal que tiene forma de anillo, antes de encenderlo para formar una explosión controlada. A continuación, la onda de choque enciende la siguiente ronda de combustible inyectado en el canal, creando una cascada de detonaciones que se autoalimentan mientras los productos de la combustión son expulsados por la parte trasera.
Este tipo de motores libera más energía que las alternativas hipersónicas, concretamente que el scramjet en el que está invirtiendo Estados Unidos, y son notablemente más eficientes a altas velocidades. Para el transporte de carga o viajes importantes, esto podría suponer un ahorro considerable de costes.
Para probar el nuevo motor chino se usó el túnel de choque hipersónico JF-12, el mayor del mundo, que reproduce las condiciones de vuelo hipersónico. El túnel tiene un diámetro de 3,5 metros y permite simular las condiciones de Mach 5-9, lo que permite probar los perfiles y motores de los aviones hipersónicos.