A las 14:11 salió la primer alerta de que el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, fue interceptado por policías vestidos de civil que después de agredir al conductor se llevaron sin rumbo conocido a la primera autoridad de Santa Cruz. Veintiún minutos después un super puma de los Diablos Rojos despegaba del aeropuerto Viru Viru, según indica un reporte de la III Brigada Aérea.
El documento, al que tuvo acceso EL DEBER, tiene como fecha este 28 de diciembre de 2022 y señala que la aeronave despegó a las 14:32 y aterrizó en Chimoré (Cochabamba) a las 15:30.
El reporte de la unidad militar dependiente de la Fuerza Aérea Boliviana indica que la tripulación estaba compuesta por tres capitanes y dos sargentos y que el vuelo fue «en apoyo al Ministerio de Gobierno».
Violencia durante la captura
“Dispararon contra el motorizado, me patearon, se llevaron todas las cosas, como asaltando (…) ”, contó el conductor de Camacho cuando llegó al aeropuerto tratando de perseguir a los vehículos de las Policía.
El grupo denominados Los Lobos del Grupo de Inteligencia y Operaciones Especiales (GIOE), de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, practicó el operativo para detener al gobernador.
Este dato fue confirmado a EL DEBER por policías de la Felcn que pidieron la reserva de sus nombres. Aseguraron que este grupo especial operó con armas largas que, usualmente, son utilizadas en operaciones de alto riesgo para combatir a mafias el narcotráfico.
Del Castillo confirma la aprehensión
La aprehensión de Camacho fue confirmada por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. «Informamos al pueblo boliviano, que la Policía Boliviana dio cumplimiento a la orden de aprehensión en contra del señor Luis Fernando Camacho», escribió en su cuenta de Twitter, a las 14:42, cuando el super puma de los Diablos Rojos ya había abandonado el Viru Viru.
Hasta el momento (16:00, de este miércoles), ninguna autoridad ha informado adónde fue trasladado el gobernador de Santa Cruz, sobre quién pesaba una orden de aprehensión para que se presente a declarar en la ciudad de La Paz por la crisis de 2019 y, recientemente, había sido acusado de «terrorismo» por el paro de los 36 días.
El Deber