Un gran número de estados de Estados Unidos registraran temperaturas bajo cero a medida que una gran tormenta helada, conocida como bomba ciclónica, deja millones de hogares sin electricidad y a miles de viajeros varados a las puertas de las fiestas navideñas.
El fenómeno, causado por un frente de aire ártico, será responsable de que el país viva su Navidad más fría desde los años 80.
De hecho, más de 175 millones de personas en Estados Unidos permanecen bajo alertas de baja sensación térmica este sábado. La emergencia se siente desde Montana hasta Florida, incluyendo áreas metropolitanas como Minneapolis, San Luis, Atlanta, Houston y Washington.
La sensación térmica más fría del sábado por la mañana se mantiene en el Medio Oeste, donde las temperaturas oscilan entre los 20 y los 30 grados bajo cero. De hecho, lugares tan al sur como Atlanta experimentaron sensación térmica negativa a primera hora de este sábado.
Hasta el momento 11 personas han muerto en las carreteras desde que comenzó la tormenta en los estados de Kansas, Oklahoma, Kentucky y Ohio. Las condiciones son muy peligrosas para la circulación, advirtieron las autoridades.
Se esperaba que millones de personas salieran a las carreteras y abordaran vuelos para estas vacaciones de Navidad y Año Nuevo, marcando un retorno a los niveles de movilidad previos a la pandemia.
Más de un 1,5 millones de estadounidenses estaban sin electricidad este viernes, sobre todo en Carolina del Norte y del Sur, Connecticut y Texas, según el sitio especializado Poweroutage.us.
“Por favor, tomen esta tormenta con extrema seriedad”, instó el presidente Joe Biden. “Animo a todos (…) a escuchar las advertencias a nivel local. Es serio”, añadió el mandatario.
Alrededor de 7.000 vuelos han sido cancelados este viernes y otros 7.600 postergados, según el sitio Flight Aware. Los aeropuertos más afectados eran los de Seattle (noroeste), Nueva York, Chicago (norte) y Detroit.
Este viernes en la tarde, la tormenta adquirió el estatus de “bomba ciclónica” después de que la presión del aire cayó repentinamente durante 24 horas. Este fenómeno produce fuertes lluvias o nieve, inundaciones en las costas y vientos huracanados.