El presidente Luis Arce responsabilizó este domingo al supuesto golpe de Estado de 2019 por el retraso en la construcción de la planta concentradora de minerales de Colquiri y asumió el compromiso de que será concluida la obra en 2022.
“Hoy un reto urgente es culminar la construcción y montaje de la nueva planta concentradora de minerales, con capacidad de dos mil toneladas por día y cuyo objetivo inmediato es incrementar la producción de concentrados de estaño y de zinc”, dijo la autoridad en un acto realizado por el noveno aniversario de la nacionalización de la Empresa Minera Colquiri.
Sin embargo, según reconoció de manera pública, “es lamentable que en la primera etapa de su construcción, prevista para 2019 y 2020, exista ya un retraso considerable en su ejecución”.
Pero “esto se debe a la interrupción del orden democrático a causa del golpe de Estado en noviembre de 2019; como todos sabemos, los golpistas no solo impidieron este proyecto, sino muchos otros más a lo largo y ancho de nuestro país con el propósito claro de destruir al Estado Plurinacional de Bolivia y de retornar a la vieja república discriminadora y antinacional, y este proceso regresivo fue agravado por la pandemia que afectó la producción en general y a la minería en particular”, remarcó.
No obstante, también aseguró que, con la administración de la empresa, el Ministerio de Minería y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), se recuperará “el tiempo perdido y se reencauzará el ritmo normal de la construcción y montaje de la planta”.
“En ese marco, nuestro Gobierno apoyará decididamente y hará el seguimiento respectivo para que la terminación de esta (planta) sea en plazo previsto, es decir, el año 2022, (porque) esta planta, como todos sabemos, permitirá alcanzar un incremento en volúmenes de producción y también generará más empleos (…) y de esta manera haremos realidad la meta de lograr mayor impacto económico y social en la región”, apuntó.