Áñez cumple un año en la cárcel, pide perdón por los errores cometidos en su gobierno

A un año de permanecer encarcelada, la expresidenta Jeanine Áñez pidió perdón “por los errores cometidos” en su administración y afirmó que su gestión no debió ser de un año, aunque aclaró que eso se debió a la presencia del COVID-19.

“Al pueblo boliviano, luego de un año de estar encerrada ilegal e injustamente pido perdón; pido perdón por los errores cometidos durante el año de mi gobierno, el que no debió ser de un año, sino tres meses, pero la pandemia nos obligó a postergar las elecciones, evento que fue consensuado con el Tribunal Electoral y la ALP”, afirmó en una carta manuscrita que publicó a través de sus redes sociales administradas por su familia.

Áñez tomó el poder el 12 de noviembre de 2019, dos días después de la renuncia del expresidente Evo Morales en medio de una crisis social. Se fijó como tarea central convocar a elecciones, pero su gestión se extendió más allá de los iniciales tres meses en medio de la presencia en Bolivia del COVID-19.

Hace un año, un día como hoy, la expresidenta fue aprehendida en Trinidad, oculta en un somier del domicilio de uno de sus familiares. Fue traslada a La Paz y en una audiencia cautelar se decidió su reclusión en el caso conocido como Golpe de Estado I, y que hace a los hechos que derivaron en la renuncia del expresidente Morales, en noviembre de 2019.

Inicialmente fue recluida en la cárcel de Obrajes, en la zona Sur de La Paz, pero poco después fue trasladada al penal de Miraflores con el argumento de cuidar su salud. Desde el Gobierno se explicó que en ese penal se habilitó un ambiente alejado de la población penitenciaria para que sea atendida su salud.

“Hoy cumplo un año de estar secuestrada y presa siendo inocente, Dios sabe que todo lo que hice fue cumplir con mi deber ante un país en convulsión, zozobra y ultrajado por un gobierno saliente que hizo fraude”, sostuvo y denunció que quienes trabajaron en su gobierno la “traicionaron”.

“Pido perdón al pueblo boliviano, por haber confiado en tantos cercanos quienes me traicionaron y abusaron de mi confianza, de mi buena fe, mintiendo y manipulando la verdad, como ocultándola y algunos negociando con nuestros verdugos para volver al poder”, lamentó en otra parte de la carta manuscrita.

Ahora tiene en puertas un juicio por el caso Golpe de Estado II, que tiene relación con la toma de la Presidencia del Senado, que luego le permitió llegar a la Presidencia, sin cumplir los requisitos fijados en la Constitución Política del Estado y el Reglamento de Debates, según la acusación fiscal.

“Bolivia, mi intención fue hacer lo mejor para el país en mi condición de mujer y de madre, soy y seré leal a mis principios con Bolivia y los bolivianos; mi mayor tortura al día de hoy es ver los ojos de mis hijos empañados por una decisión que yo tomé, me desgarra el alma no poder proteger a mi familia del abuso de los cobardes que se esconden en el poder”, afirmó y demandó justicia.

“Resistiré y seguiré luchando hasta el día que Dios me lo permita, se lo debo al país y a todos los bolivianos”, sostuvo al final de la carta manuscrita.

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