En la Expocruz, no todo es negocio. También hay espacio para las emociones, las lágrimas y sonrisas nerviosas.
Todo eso se vivió en el pabellón del Jóven Emprendedor, cuando Marcos Mercado llegó al stand de Eccobionics a probarse un brazo biónico.
Hace unos 10 años Marcos perdió su brazo derecho cuando realizaba su habitual labor agrícola, producto de un accidente.
Desde entonces su fuerza mental y carácter aguerrido le permitió continuar con su labores, seguir manejando tractores, seguir guiando a sus compañeros y ser elegido su hombre de confianza por Juan Carlos Roca, un emprendedor del agro cruceño.
Es Roca el que hace notar cómo Marcos se mantuvo firme, como compensó la falta de su brazo, con mayor trabajo, aprendizaje y paciencia.
Pero había algo en Marcos que no cerraba. Había ese cosquilleo que lo impulsó a buscar la manera de contar de nuevo con su brazo derecho. Buscó y buscó hasta que encontró.
En El Alto dos jóvenes desde hace más de un año ya desarrollaban prótesis con tecnología nacional. Marcos los pilló y empezó la aventura.
Israel Ramos, gerente general de Eccobionics, destacó la predisposición de Marco y como su psique es tan fuerte que pudo en minutos adaptarse a la nueva prótesis.
«Es una emoción ver que tu trabajo, es de utilidad. Es una emoción sentir cómo en esta feria te abren los brazos y te dan oportunidades», dijo un emotivo Ramos.
Para Marcos, poder levantar un vaso, marcar un número desde un celular, llegar a sentir un apretón de manos, son sensaciones únicas que no tienen precio.
Por eso en la Expocruz, no todo es negocio. También hay espacio para las sorpresas y las emociones.
El Deber