El animal fue parte de otros cuatro que llevaron a Arabia Saudita solo para el disfrute de los visitantes.
La lucha por detener la venta de animales exóticos para entretenimiento de los humanos ha tomado fuerza. En pasados días, Mosa, un delfín mular hembra, se habría quitado la vida golpeando fuertemente su cabeza contra el concreto de un estanque del acuario Fakieh en Jeddah, en Arabia Saudita.
De acuerdo con la versión de expertos, citados por algunos medios internacionales, Mosa, de 7 años, se encontraba en un «mal estado emocional», sometida a estrés y sin las condiciones necesarias para vivir. Además, era «obligada» a realizar trucos para entretener.
«Estamos impactados, pero no sorprendidos. Mantener animales tan grandes e inteligentes en estanques pequeños es una forma horrible de abuso”, dijo Anna Krijger, coordinadora de campaña de Animal Rights.
En junio del presente año, Mosa fue vendida y trasladada junto a los delfines nariz de botella Machu, Serena, Sami y Luna, desde el Curaçao Seaquarium hasta Arabia Saudita a pesar de la campaña que inició la organización Animal Rights para evitarlo, alegando que el acuario Fakieh no cumplía con los estándares la Asociación Europea de Mamíferos Acuáticos para proporcionar a los delfines un entorno de vida seguro.
Un medio de Curaçao publicó antes de la venta de los delfines que en el acuario de Arabia Saudita los mamíferos estarían en piscinas de concreto con agua clorada, mientras que en Curaçao, los delfines viven en lagunas con agua del Mar Caribe.
DAÑOS AL ANIMAL
Activistas Animalistas de la Costa, por su parte, se hizo eco de los perjuicios que habría sufrido Mosa durante su cautiverio para el entretenimiento. Recordó que una serie de imágenes de CCTV da cuenta del momento en el que el delfín hembra nada a toda velocidad contra la pared del Acuario Fakieh. En el instante, el animal sufrió una hemorragia interna.
Fuente: OPINIÓN