VW a juicio en Brasil por prácticas de esclavitud moderna durante la dictadura

La Justicia brasileña investiga a Volkswagen. Se le acusa de emplear a trabajadores temporales en condiciones infrahumanas en la década de 1970. ¿Pueden las víctimas esperar recibir una indemnización?

«La filial de Volkswagen en Brasil es responsable de graves violaciones de derechos humanos y crímenes atroces», dijo el fiscal brasileño Rafael García a la televisora pública alemana ARD. «Estamos convencidos de que Volkswagen reconocerá su responsabilidad y se llegará a un acuerdo para que los trabajadores de aquella época sean indemnizados».

Desde 2015, García coordina las investigaciones sobre esclavitud moderna en todo Brasil. Por primera vez, se convoca a representantes de Volkswagen do Brasil ante un tribunal laboral en Brasilia este 14 de junio. Se trata de lograr una posible indemnización a través de un acuerdo extrajudicial.

Filete de ternera de VW

En concreto, se investiga la época de la dictadura brasileña desde 1964 hasta 1985. VW compró 140.000 hectáreas de tierra en la región amazónica en 1973. La hacienda «Fazenda Vale do Rio Cristalino», conocida como «Fazenda Volkswagen», en la ciudad de Santana de Araguaia, en el estado de Pará, se dedicó a una nueva área de negocios adicional: la cría de ganado en medio de la selva.

Este proyecto formaba parte de la estrategia de desarrollo nacional: contribuir al desarrollo de la selva tropical brasileña y no solo ganar dinero con ella.

Para criar ganado en medio de la selva amazónica, hubo que talar muchas hectáreas de árboles.

Para construir la granja de ganado de VW fue necesario talar y despejar el terreno en la selva tropical, así que se contrató a varios intermediarios laborales, quienes a su vez reclutaron a personas de las remotas aldeas de la región.

Trabajar para pagar «deudas»

Los trabajadores temporales se enfrentaron a la explotación y a la esclavitud para pagar sus deudas. «En la finca, solo se podía comprar comida a precios absurdamente altos», recuerda el extrabajador José Pereira. Por lo que, muy pronto, todos acumularon deudas.

José Pereira, extrabajador de la hacienda de VW, en entrevista con el programa «Weltspiegel», de la cadena pública alemana ARD: «A quien quisiera huir, le golpeaban o disparaban».

José Pereira y sus colegas son testigos clave en la investigación de la fiscalía brasileña sobre Volkswagen. Dan cuenta de personas atadas tras intentos de fuga, del trabajo a punta de pistola y, también, de muertos.

Sacerdote y profesor registró abusos

Las investigaciones se basan en la documentación aportada por el sacerdote y profesor Ricardo Rezende, entonces responsable de la atención religiosa de los trabajadores agrícolas en la región amazónica, una labor que le acarreó muchas amenazas de muerte.

Rezende documentó cientos de casos. Durante más de 40 años, no sucedió nada. Hasta que, en 2020, VW se enfrentó a su responsabilidad histórica por violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en Brasil y pagó indemnizaciones a las víctimas. Entoces, Rezende entregó toda la documentación a la fiscalía brasileña.

Ricardo Resende, profesor y cura, quien documentó las atrocidades de la hacienda de VB en Brasil.

La esclavitud moderna continúa en Brasil

Casi 40 años después del fin de la dictadura militar, la «Commissao Pastoral da Terra» (CPT) sigue luchando contra las condiciones laborales de esclavitud en el país, porque «la esclavitud modificada existe en todos los estados brasileños», asegura la CPT en un comunicado. Y añade que, «desde 1995, más de 58.000 personas han sido liberadas de trabajos en condiciones de esclavitud».

Para el antiguo exgerente de la granja, Friedrich Brügger, las acusaciones de esclavitud moderna en la granja de VW son «una completa tontería», según dijo al programa «Weltspiegel», de la cadena pública alemana ARD. En su opinión, el tratamiento que se da al tema «es exagerado. Como si no hubiera nada más importante que hacer hoy que mejorar el pasado».

Este agrónomo suizo fue gerente de la hacienda durante más de doce años. En 1986, VW vendió la finca, que ya no le daba negocio, y Brügger regresó a Suiza, tras más de 40 años en Brasil.

«No siempre hay delicadeza» en la selva

Según el exmanager, hay que tener en cuenta las circunstancias: «Donde hay más de 1.000 hombres en un espacio, no siempre hay delicadeza, es obvio. Sobre todo, en medio de la selva», justificó Brügger.

En un comunicado enviado a DW, VW recalcó: «Nos gustaría señalar que el señor Friedrich Brügger no habla en nombre de Volkswagen AG y que sus declaraciones contradicen los valores de Volkswagen». VW se toma «muy en serio los hechos descritos en la Fazenda Rio Cristalino».

(rmr/rml)

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