Lo más probable es que en alguna ocasión hayas pasado una noche en vela pensando si podrías batirte en duelo con un Sith. Es algo bastante común, pero incluso si jamás has tenido insomnio por ello, quizá te resulte curioso pensar en si sería posible tener un sable láser a la altura de las expectativas (es decir, similar al que vemos en las películas) o tendremos que conformarnos con verlo en el cine.
Basado en lo que sabemos como buenos fans de ‘La guerra de las galaxias’, la parte que hace daño del sable de luz está hecha (supuestamente) de plasma. Este es un gas que consta de partículas cargadas (de hecho se usa para cortar material que sea conductor de electricidad). Según informa un artículo publicado en ‘Science Alert’, una corriente de gas ionizado soplado por aire comprimido forma un circuito con el material a cortar, a través del cual puede fluir una corriente y calentar un material más allá de su punto de fusión.
Se han desarrollado cuchillas de partículas ionizadas de baja temperatura que pueden arrasar con los microbios, lo que en teoría nos da ciertas esperanzas para cortar algo un poco más duro
Ese calor puede ser bastante extremo, pero, ¿suficiente para cortar el brazo a un enemigo?
Las corrientes de plasma se utilizan en campos no industriales. Se han desarrollado cuchillas de partículas ionizadas de baja temperatura que pueden arrasar con los microbios, lo que en teoría nos da ciertas esperanzas para cortar algo un poco más duro (como la carne humana). De hecho, en 2020 los fabricantes de Hacksmith Industries construyeron un ‘sable de luz’ basado en una corriente de plasma de alta temperatura que alcanzó temperaturas de alrededor de 4.000 grados centígrados. Demostraron su capacidad para quemar una variedad de materiales, (aunque un poco más despacio que un maestro Jedi promedio).
El mayor problema con una espada basada en plasma es la fuente del gas. Suponiendo que exista una forma eficiente de calentar el material, esas partículas cargadas deben provenir de alguna parte. El prototipo de espada de Hacksmith estaba atado a pesados tanques de gas, e incluso entonces, esa corriente de plasma caliente era demasiado breve para sobrevivir en una batalla prolongada.
Suponiendo que exista una forma eficiente de calentar el material, esas partículas cargadas deben provenir de alguna parte
Es un problema al que se ha enfrentado la tecnología de accionamiento de iones, y está parcialmente resuelto. Las fuentes típicas de combustible en forma del elemento xenón deben comprimirse, lo que exige contenedores voluminosos que agregan una masa excesiva a cualquier nave espacial que lo use. Empaquetar una bolita de yodo que pueda sublimarse en un gas es más eficiente, si tenemos en cuenta el espacio. Desafortunadamente, el yodo no es tan inerte como el xenón, por lo que requiere piezas de motor de cerámica que puedan manejar sus efectos corrosivos. Aunque es poco probable que este tipo de plasma haga algo más allá de provocar quemaduras de tercer grado.
Si asumimos que un sable de esos está hecho realmente de luz, ¿podría esa luz convertirse en una hoja que pudiera cortar y cauterizar?
La luz es una onda en el campo electromagnético cuya forma proviene de unas partículas llamadas fotones que tienen una simetría tal que pueden compartir el mismo espacio. No importa cuántos fotones se metan en una caja, técnicamente siempre hay espacio para más. Quizá no parece muy relevante, pero por eso podría convertirse en un arma potencialmente impresionante.
Para convertirse en una espada que pueda parar otras espadas, una ‘cuchilla’ láser necesitaría interferir con otros láseres de la misma manera que lo hacen los electrones, protones y neutrones
Alinear las fases de un solo color de luz haciendo rebotar un montón de fotones de un lado a otro en una cámara del tamaño correcto permitiría que esos fotones golpeasen unidos con una gran cantidad de energía. Es un proceso que se conoce como amplificación de luz por emisión estimulada de radiación. O, como probablemente lo conoces tú, láser.
Pero para convertirse en una espada que pueda parar y bloquear otras espadas, una ‘cuchilla’ láser también necesitaría interferir con otros láseres de la misma manera tangible que lo hacen los electrones, protones y neutrones. Los fotones en sí mismos no intercambian fuerzas entre sí como podrían hacerlo los electrones y los protones, lo que se suma a que las ondas de luz son bastante ajenas a la existencia de otras ondas de luz.
Hay lagunas en la física sobre si los fotones podrían ‘colisionar indirectamente’, por así decirlo, generando partículas cargadas a partir de la energía residual. Los experimentos que usan láseres de alta potencia nos dicen un par de cosas sobre el comportamiento de la radiación en el Universo primitivo, pero lamentablemente no nos dan una barra de luz que podamos usar para detener los rayos láser. Es resumen, hasta que descubramos algo realmente revolucionario sobre el comportamiento de la luz o el plasma, las espadas de sable de luz resplandecientes permanecerán en el reino de la pura fantasía.