Hace poco comentábamos en Magnet que los diálogos de las películas de hoy en día se escuchan cada vez peor. El tema que nos ocupa hoy también tiene que ver con el devenir de la industria cinematográfica (hacia peor) en otro aspecto importante: el color. Si eres lo suficiente cinéfilo te habrás dado cuenta de que muchas películas y series de las últimas décadas se han vuelto mucho más grises y apagadas. Ni siquiera importa ya su trama, un brillo grisáceo lo cubre todo, silenciando los colores y brindando una apariencia oscura y «maligna». Hablamos de un filtro aplicado a cada escena, uno que elimina la vitalidad hacia una monotonía siniestra.
Un buen término que resume bien la característica lo ideó en Twitter Katie Stebbins. Ella lo llama el «lodo intangible» y su comparación de capturas de pantalla de la primera temporada de Dexter (2006) y la nueva serie de 2021 resume bien de lo que estamos hablando. En la primera imagen puedes ver los rosas de la piel de Michael C. Hall, los azules de su camisa. Pero en el segundo, todo se silencia. La piel de Hall es pálida e incluso amarillenta. Su camiseta es de un indefinible azul/verde/negro/marrón. Una sombra lo cubre todo.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?creatorScreenName=asanchisull&dnt=false&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1461348307901378561&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fmagnet.xataka.com%2Fpreguntas-no-tan-frecuentes%2Fpeliculas-cada-vez-se-ven-oscuras-apagadas-como-cine-ha-abandonado-color-poco-a-poco&sessionId=ceeda3a97671cf855388ba2974be82ebc94abee9&siteScreenName=magnet_es&theme=light&widgetsVersion=75b3351%3A1642573356397&width=550px
La palabra que describe el aspecto de esa segunda imagen es «desaturado». Los colores se han marchado, dando lugar un aspecto desteñido, como en una fotografía antigua. No es que la desaturación sea mala, es una herramienta que se puede usar mal o bien. Pero, ¿por qué está de repente en todas partes? No hay una respuesta a esa pregunta, pero la periodista de Vox Emily VanDerWerff ha recopilado varias conjeturas sobre lo que puede estar detrás de esta desaturación de Hollywood y cómo llegamos ahí.
El auge de la corrección de color digital
Desde la llegada del Technicolor, la sincronización (o corrección) del color ha sido una parte importante de la realización de películas. Cuando los equipos filman algo durante varias semanas o meses, es posible que la luz no coincida o que las hojas de los árboles no tengan el mismo tono de verde todos los días. Por eso recurren mucho a esta práctica.
Durante la mayor parte de la historia de la película, la corrección del color se lograba físicamente, a través de productos químicos aplicados a los negativos de la película en un laboratorio. Y muy pronto, los cineastas se dieron cuenta de que podían usar este tipo de cambios de color, ya sea que se crearan en el set o en el laboratorio, para guiar emocionalmente a la audiencia a través de una película.
La primera película que utilizó la manipulación digital del color en la forma en que la concebimos hoy, es decir, cambiar los colores dentro de una imagen de película para encontrar una paleta lograda digitalmente, se considera que es la picaresca O Brother de la Gran Depresión de los hermanos Coen del 2000.
El director de fotografía Roger Deakins sabía que los Coen querían que la película tuviera un toque polvoriento, pero también sabía que la película se filmaría en Mississippi en verano, lo que significaría mucha vegetación exuberante. Para llevar la imagen más hacia el tono sepia amarillento que querían los Coen, pensó en aplicar filtros físicos a la lente. Pero era un proceso limitante y decidió recurrir a una compañía llamada Cinesite, que acababa de abrir nuevos caminos con su trabajo en la película Pleasantville de 1998. Los resultados fueron sorprendentes: los espectadores nunca supieron que fue filmada en un exuberante y verde verano de Mississippi. Solo ven un aspecto seco y demacrado como el infierno.
Todos quieren parecerse a Matrix
El auge de las técnicas de coloreado digital ocurrió a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, y resalta sobre todo que son años llenos de películas que tienen una estética oscura y ligeramente sucia. Sí, las películas repletas de sombras han existido siempre: el cine negro o incluso El Padrino. Pero en los años 90, películas como El silencio de los corderos y Se7en crearon paletas de colores muy influyentes es este sentido.
Pero si hay una película que hirvió estas tendencias que ya estaban naciendo en una sola, en la cúspide de la revolución del coloreado digital, esa es Matrix, de 1999. De hecho, basta ver este fragmento de vídeo para recordar el clip de Dexter del que hablábamos antes. Además, la estética de esta escena y la trilogía Matrix original reflejan de manera más general el estilo visual predominante de los ordenadores en pantalla en ese momento. Los famosos hilos de símbolos verdes que llueven sobre una pantalla negra se reflejan en la propia película, que está bañada por la espeluznante luz verde digital de la Matrix ficticia.https://www.youtube.com/embed/zE7PKRjrid4?enablejsapi=1&origin=https://magnet.xataka.com
Y lo mismo ocurre con otros fantásticos estilistas visuales del siglo XXI a quienes les gusta jugar con el lado monocromático de las cosas. Las películas de Christopher Nolan, por ejemplo, tienen un fuerte estilo arraigado en una apariencia que imita perpetuamente un día nublado. Nolan sabe exactamente lo que busca. Otros se dejan llevar.
Las hermanas Wachowski en su mayoría han hecho películas brillantes y coloridas desde que dejaron atrás la Matrix inicial. De hecho, la nueva Matrix Resurrections, dirigida por Lana Wachowski está llena de color. El rico rojo y azul que estaba presente solo en las píldoras en la primera película está en todas partes aquí. ¿Quizás por eso ha tenido tan mala aceptación de la crítica? Nunca lo sabremos.
Los colores brillantes son demasiado fáciles
Las cámaras son como son. No podemos hacer mucho en ese sentido. Si te fijas en esta escena de una persecución en la película Colateral de 2004, notarás que la estética general de esta escena es vagamente similar a la apariencia descolorida que es tan común en las películas de hoy. Pero tampoco logra conseguir del todo ese aspecto. De hecho, tiene que apoyarse en el diseño de vestuario intencionalmente moderado (el traje gris de Tom Cruise, la camiseta desteñida de Jamie Foxx) para lograr el efecto que busca.
El motivo de esa elección es simple: esta es una de las primeras películas de gran presupuesto filmadas principalmente con una cámara digital, y las cámaras digitales de la época funcionaban muy bien en entornos con poca luz. Colateral no tiene imágenes particularmente planas, pero en este vídeo puedes apreciar cómo está tratando de tener un toque malhumorado, sucia y descolorida y lucha por lograrlo. La cámara sigue sacando colores casi sin intentarlo.https://www.youtube.com/embed/3ZpmjPc9Vcc?enablejsapi=1&origin=https://magnet.xataka.com
Cuando los directores estaban detrás de la cámara, muchas de las primeras películas digitales se veían chillonas y un poco extrañas, con colores que parecían salpicados en la pantalla casi al azar. Pero el director de fotografía Christian Sprenger, que filmó la fascinante Station Eleven, argumentó persuasivamente que ese período de tiempo provocó una pequeña reacción negativa que coincidió con la tendencia hacia imágenes más oscuras en general y nos trajo aquí.
«Cuando aparecieron las cámaras digitales, naturalmente tenían más saturación y más pop. Durante un tiempo, todo lo que vimos estaba súper saturado. Si vas a Best Buy a comprar un televisor, verás estas increíbles demostraciones de los colores más coloridos posibles», explicaba Sprenger. «Creo que muchos cineastas casi lo ven como una antítesis del cine».
Es una idea compartida por Gina González, quien dirige la posproducción en Station Eleven. Señala que uno de los lugares más comunes para encontrar colores hipersaturados en este momento es en los anuncios de televisión. Y ninguna película quiere sentirse como un spot publicitario.
Estamos obsesionados con el fin del mundo
Cuando decimos “lodo intangible”, de lo que realmente estamos hablando es de la forma en que la mentalidad de éxito de taquilla se ha apoderado de todo. Si investigas en los mundos del cine y la televisión, hay muchos ejemplos de películas que usan el color de maneras fascinantes. La película de terror de Ari Aster, Midsommar, es un festín de colores, y el éxito de Netflix El Juego del calamar está plagado de imágenes relucientes y estrambóticas.
Pero ambos proyectos se produjeron en una escala más pequeña que las películas de superhéroes que amenazan con apoderarse de la industria. Y dentro de las películas de superhéroes, los colores menos vibrantes reinan, con algunas excepciones. Cuesta incluso creer que este género se base en personajes de cómics, que tan a menudo fueron retratados usando los colores más brillantes y vibrantes imaginables. Pero el descenso del superhéroe cinematográfico hacia lodos intangibles tiene algo que ver con la frecuencia con la que estas historias tienen mucho en juego, potencialmente el fin del mundo.
Si cada vez que un superhéroe se viste, tiene que salvar el universo, entonces la historia se convierte en una sobre el fin del mundo. Y creemos que el fin del mundo se ve así. Nuestra visión del apocalipsis está fuertemente influenciada por las historias posteriores a la guerra nuclear de mediados del siglo XX, que dieron lugar a un paisaje gris y árido donde las nubes bloqueaban el sol. No todos los postapocalipsis tienen ese aspecto gris y descolorido. Si te fijas en Mad Max: Fury Road, verás que no es así, pero muchos de ellos siguen esa tendencia, a asociar ese aspecto descolorido con las temáticas del fin del mundo.
El Señor de los Anillos (en versión extendida)
Por último, para llegar al punto de nuestra cuestión, debemos preguntarnos también por qué las ediciones extendidas de las películas de El Señor de los Anillos tienen un grado de color ligeramente diferente de las ediciones que se estrenaron en los cines. Los fanáticos de la serie notaron esto por primera vez en noviembre de 2002, cuando llegó a las tiendas la edición extendida de La Comunidad del Anillo. La edición cinematográfica fue exuberante y colorida, y la edición extendida, que agregó nuevas imágenes a la película, solo tuvo un ligero giro hacia la desaturación.
Esa disparidad ha seguido siendo cierta, hasta que se lanzaron nuevas remasterizaciones en Blu-ray de las películas en 2020. Aquí hay una buena comparación visual de las dos ediciones de un clasificador de color de bricolaje que intenta acercar el aspecto de las ediciones extendidas a la ediciones de cine.https://www.youtube.com/embed/jSPRGt63M0w?enablejsapi=1&origin=https://magnet.xataka.com
Una perogrullada de los efectos por ordenador es que es más fácil ocultar sus «costuras» si los coloca en un ambiente oscuro o lluvioso. El ataque de T. rex en Jurassic Park, por ejemplo, es un buen ejemplo de ello. El dinosaurio suele aparecer cuando está oscuro y lluvioso.
No hay pruebas de que El Señor de los Anillos sea el paciente cero para esta tendencia en particular. Pero si miras la línea de tiempo y la influencia de estas películas, ciertamente parece posible. Y por lo menos, el uso de la gradación de color digital para ocultar los efectos de postproducción más obvios parece persuasivo.
Sin embargo, al final, no hay una respuesta única a la pregunta de por qué la desaturación está en todos lados. «La gente a menudo presta mucha atención al color en la vida cotidiana, con fuertes preferencias por tonos particulares cuando se trata de ropa, apariencia física, decoración, etc. Este mismo tipo de respuesta al color puede abrirse paso en la visualización de películas, especialmente cuando los cineastas utilizan el color de forma expresiva”, explicaba la Dr. Jennifer O’Meara, profesora de técnicas digitales en el Trinity College de Dublin. Entonces, si el color puede crear emociones tan potentes en los espectadores, ¿por qué tantos cineastas abandonan esa herramienta y simplemente imitan lo que «está a la moda»?