La imagen de la abuela o la mamá en la cocina removiendo una sopa o un guiso casero no existe en el repertorio de recuerdos infantiles de Marsia Taha.
«Me crié en una familia de puras mujeres a las que nunca les gustó ni sabían cocinar», dice la joven boliviana, que a sus 32 años acaba de ser nombrada Chef Femenina Revelación de América Latina por la prestigiosa lista 50 Best Restaurants.
«Pero a mi abuela le encantaba comer. Fue ella quien empezó a formar mi paladar desde chiquita y con quien conocí la cocina tradicional boliviana, la de los ‘agachaditos’ (puestos típicos ambulantes)», añade mientras sonríe.
La sonrisa se amplía al recordar la reacción de su abuela materna al enterarse de que su nieta apenas comía carne.
«‘¡Si no le dan carne la van a matar!‘, decía ella. Así que me sacó a conocer los mercados populares callejeros, donde probé carne por primera vez».