En la comunidad de San Rafael de Velasco, Santa Cruz, un brutal crimen dejó consternados a todos, una adolescente de 17 años confesó haber asesinado a una niña de 8 años con más de 30 puñaladas y golpes, justificando que lo hacía «por experimentar nuevas sensaciones».
La menor había desaparecido la tarde del 7 de agosto, cuando fue a una tienda, que también era la casa de la agresora, para recoger un cambio.
Un pasado oscuro y cruel
Las investigaciones revelaron un patrón de comportamiento violento. La adolescente había matado a sus gatos y perros y solía herir a sus compañeros en el colegio. Tras el asesinato, la agresora intentó ocultar el cuerpo en su patio antes de ser descubierto por sus padres.
Descubrimiento y consecuencias
Pese a que la niña aún estaba viva cuando la madre y la policía llegaron a la tienda, la adolescente mintió, diciendo que no la había visto. La niña fue encontrada en agonía, pero era demasiado tarde para salvarla. La agresora fue sentenciada a seis años en Cenvicruz. Además, sus padres y un tío fueron imputados por complicidad en el infanticidio y enviados a la cárcel de Palmasola.
La comunidad de San Rafael de Velasco decretó tres días de duelo, exigiendo justicia para la pequeña.