El Baile: Un Remedio Innovador para Trastornos Neurocognitivos y de Movimiento

El baile está emergiendo como una terapia poderosa para personas con trastornos neurocognitivos y de movimiento, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple y las lesiones cerebrales.

Este fenómeno está capturando la atención de expertos y pacientes por igual.

Beneficios Reales para los Pacientes

En una clase de baile dirigida por Robichaud, fundadora del programa Dancing With Parkinson’s en Canadá, se observa cómo los movimientos fluidos y coordinados pueden transformar vidas. “Vamos a comenzar con un suave balanceo, hacia adelante y hacia atrás,” instruye Robichaud, mientras sus alumnos replican la rutina, experimentando una notable mejora en su movilidad y bienestar emocional.

Investigaciones que Respaldan la Terapia de Baile

Cada vez más investigaciones destacan que el baile puede mejorar significativamente los síntomas de trastornos como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple. Un estudio realizado en 2021 por la Universidad de York demostró que la danza semanal mejoraba la función motora y la vida diaria de los pacientes con Parkinson.

El Cerebro y la Danza: Un Vínculo Fascinante

La danza requiere una compleja interacción de habilidades mentales, lo que activa diversas áreas del cerebro simultáneamente. “La danza exige más ‘capacidad intelectual’ que simples ejercicios repetitivos,” explica Helena Blumen, científica cognitiva. Este desafío cognitivo puede fortalecer las conexiones neuronales y mejorar la memoria y la coordinación.

El Efecto de la Danza en la Neuroplasticidad

Un estudio de 2018 en Alemania reveló que quienes practican danza desarrollan mayor cantidad de materia gris y blanca en áreas cerebrales responsables de procesos cognitivos. Esta mayor neuroplasticidad puede ayudar a mantener y mejorar las habilidades cognitivas con el envejecimiento.

Danza y Comunidad: Un Enfoque Inclusivo

Más allá de los beneficios físicos y neurológicos, la danza también fomenta un sentido de comunidad. Programas como Dance for PD han sido adoptados globalmente, brindando a los participantes no solo una terapia efectiva, sino también un apoyo emocional invaluable.

El baile no solo es una forma divertida de ejercicio, sino también una terapia efectiva para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan desafíos neurológicos y de movimiento. Robichaud y otros defensores de la danza están transformando la vida de sus alumnos, ofreciendo esperanza y una nueva forma de conectar con su cuerpo y su comunidad.

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