Carlos Romero, exministro de Gobierno y colaborador cercano de Evo Morales, declaró que la solicitud de Estados Unidos para extraditar al exjefe antidroga Maximiliano Dávila forma parte de un plan para vincular al expresidente Morales con el narcotráfico.
Dávila está detenido en La Paz desde enero de 2022 por sus vínculos con Omar Rojas, el «Pablo Escobar boliviano», también solicitado por Estados Unidos.
Denuncia de Manipulación Política
Romero lamentó la traición de la canciller Celinda Sosa, acusándola de enviar una carta a Estados Unidos para solicitar la extradición de Dávila. Según Romero, esto es un intento de desviar la atención de los problemas económicos del gobierno de Luis Arce y atacar a Morales. Calificó el pedido de extradición como un tema político y expresó desconfianza hacia el Tribunal Supremo de Justicia, que podría manejar el caso de manera arbitraria.
Críticas a la Canciller y al Gobierno
Romero criticó duramente a Sosa, acusándola de apuñalar a Morales por mantener su cargo de canciller. Mencionó una carta del 3 de junio de 2024 en la que Sosa solicitaba al secretario general de la OEA que nombrara a Israel Campero en un cargo del Tribunal Administrativo de la OEA, como recompensa por anular un congreso del MAS. También mencionó una carta del 1 de agosto de 2024 solicitando la extradición de Dávila para perjudicar a Morales.
Falta de Pruebas y Recompensa
Romero ironizó sobre la falta de pruebas contra Dávila, a pesar de la oferta de una recompensa de 5 millones de dólares por información. Afirmó que la estrategia del gobierno para levantar la imagen de Luis Arce ha fracasado y que ahora buscan extraditar a Dávila para crear un montaje político. Romero reiteró su confianza en la inocencia de Morales y, en caso de ser implicado, dijo que contrataría al bufete de abogados Lima & Asociados para su defensa.