Un estudio reciente de la Universidad de Nebraska revela que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos acumulan niveles preocupantes de plomo y uranio en sus cuerpos.
Publicado en abril en la revista Tobacco Control, el estudio incluyó a 200 adolescentes de entre 13 y 17 años.
Preferencia por sabores y sus efectos
Los vapeadores frecuentes tienen un 30% más de plomo y un 50% más de uranio que aquellos que no vapean regularmente. Los usuarios de sabores dulces muestran niveles de uranio casi el doble de los que prefieren sabores mentolados.
Riesgos a largo plazo
Kelly Burrowes, del Instituto de Bioingeniería de Auckland, advierte que aunque el vapeo se considera más seguro que el tabaco, el aerosol contiene metales pesados que pueden tener efectos negativos en la salud a largo plazo.