El catequista, un hombre de 35 años de edad, fue aprehendido por el delito de pornografía infantil. La Policía encontró, en el celular del acusado, imágenes de varias niñas
Una niña de 9 años de edad reveló a su madre la estremecedora razón por la que ya no quería asistir a una parroquia, ubicada al norte de la ciudad del municipio de Quillacollo, del departamento de Cochabamba. La menor denunció que el catequista, un hombre de 35 años, le tomaba fotografías a sus partes íntimas.
“Mi hija es la que comenta: Mami, el catequista, que pasa clases conmigo, me alzó la falda y me tomó fotografías. Y no sabía qué hacer, hice caer para taparme y me tapé”, relató la madre de la víctima.
Agregó que el hombre no se detuvo y volvió a levantar la ropa de la niña para seguir tomando las imágenes. “Mi hija se puso a llorar”, agregó la mamá de la niña.
La madre reveló que su hija temblaba al ir a la Iglesia. “Ya son varios domingos que mi hija no quería venir, me ponía excusas”, manifestó.
Tras la denuncia, la Policía aprehendió al hombre, quien intentó destruir su celular en un baño y trató de agredir a los uniformados para evitar ser capturado.
“Este individuo al ser arrestado solicita ir al baño, pero en ese ínterin se lo ve sacar su celular y lo intenta destruir”, indica el reporte de la Policía. El personal policial intervino en ese momento, y el catequista agredió a los uniformados.
El reporte policial indica que el catequista tenía en su poder un USB, donde se hallaron imágenes de pornografía infantil. También en el celular se halló fotografías similares de otros menores de edad.
El padre de la víctima denunció que en las imágenes, que se encontraron en poder del catequista, se encontró fotos de niñas vistiendo la toga de la parroquia y en situaciones pornográficas.
También acusó al encargado de la parroquia de no colaborar para realizar la denuncia contra el hombre.
“Ayer, cuando hablé con el Padre de la Iglesia, me dijo que sí iba a colaborar con el número telefónico de los (otros) papás, pero cinco minutos después me manda a llamar para decirme que necesito una orden (judicial)”, sostuvo el progenitor y cuestionó el actuar de la autoridad religiosa.
La familia pide a las autoridades celeridad y que se evite que el catequista huya.
Fuente: Unitel