El Gobierno de Bolivia ha implementado un ambicioso plan de abastecimiento de combustibles que promete un ahorro significativo y una mayor eficiencia.
Este plan, presentado por el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, prevé diversificar las fuentes de suministro y optimizar la logística, con un ahorro estimado de $150 millones en el primer año y $250 millones hasta 2025.
Diversificación de Proveedores
Según Molina, anteriormente, Bolivia dependía de dos o tres proveedores principales, como Vitol y Tranfigura, que suministraban más del 85% del diésel y la gasolina. Ahora, se han incorporado empresas asiáticas y europeas, mejorando así la competitividad y reduciendo los costos.
Importación de Crudo y Refinación
Bolivia no produce crudo suficiente para sus necesidades internas. Por ello, en 2021, se emitió un decreto que permite a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) importar crudo, aumentando la capacidad de refinación y mejorando el abastecimiento de lubricantes y aceites esenciales para el sector productivo.
Retos Logísticos y Económicos
El incremento de los costos logísticos en 2022 y 2023 y la disponibilidad limitada de dólares han afectado la capacidad de YPFB para realizar pagos rápidos y garantizar un suministro constante de combustible. Estos desafíos son agravados por factores políticos internos que complican aún más el panorama económico del país.
Perspectivas Futuras
Molina destacó que, a pesar de los retos, el plan de abastecimiento busca garantizar una mejora sostenida en la logística y diversificación de suministros, asegurando así la estabilidad y el crecimiento económico de Bolivia.