En Cochabamba, niños asisten a clases en un aula improvisada con calaminas, careciendo de ventanas y puertas reales.
Esta situación se presenta en la zona Sur del municipio, donde padres de la escuela Mariscal Antonio José de Sucre solicitan ayuda a las autoridades. Fotografías de la agencia APG evidencian la difícil situación de estos estudiantes. El espacio cuenta con piso de tierra y solo un pizarrón como recurso educativo, rodeado de paredes y techo de calamina metálica. Seis pupitres ocupan el reducido espacio, mientras la maestra enseña desde el frente.
La única entrada de luz es a través de un plástico amarillo. Padres de familia han intentado mejorar las condiciones colocando paja en el techo de calamina. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada persiste. Solicitan ayuda a la Alcaldía de Cochabamba para mejorar las condiciones de aprendizaje de los niños. A pesar de las adversidades, los estudiantes muestran entusiasmo por aprender. Este caso subraya la necesidad urgente de mejorar la infraestructura escolar en algunas zonas, garantizando un entorno seguro y propicio para la educación de los niños.